Por: J. M. Rentería
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Un cuento…
Un buen perdedor
Por Jesús Manuel Rentería
Se encuentra la pareja ante la mesa en el más discreto rincón del bar. Los dos de un poco más de 40 años. Ambos de porte elegante.
Entrelazan los dedos de sus manos mientras se dirigen amorosas miradas. Quizá están iniciando una relación.
El bar no está muy concurrido. En alguna parte alguien entona –en el karaoke—una “rola” romántica. Siguen algunas más. El ambiente es cálido, propicio para el romance. La pareja se prodiga fugaces besos y ardientes miradas.
De pronto inicia una canción “Detalles” de Roberto Carlos, “detalles son pequeños de los dos, son cosas muy grandes para olvidar”… es una voz grave la que sigue a la pista del karaoke. La mujer se suelta de la mano de su pareja. Se pone tensa. Parece reconocer la voz…”a toda hora van a estar presentes, ya lo veras”…sigue la voz.
Ella se pone de pié y escudriña en la penumbra tratando de ubicar la procedencia de la voz. Si, es él, piensa. El se encuentra sentado ante la barra. En la mano izquierda sostiene una XX Lager y en la derecha el “micro”. Ella se aproxima a su espalda. La voz y la canción levantan lozas, abren tumbas y exhuman recuerdos sepultos muchos atrás. Hay muchos que están aún apenas debajito de la piel, y luego de pasar por un delicado tamíz permean y salen trocados en lágrimas.
La mujer lo abraza por la espalda. Llora en silencio. Termina la canción y ellos no cambian de postura. Cesan todos los ruidos normales de un bar. No se oye el tintinear de las copas y botellas. Todo enmudece como si supiera que algo hermoso está ocurriendo ahí.
Se escuchan unos pasos que vienen desde la mesa ocupada hace unos momentos por la enamorada pareja. Es él. Coloca el bolso de la mujer sobre la barra, le da un beso en la mejilla y un amistoso y leve apretón en el hombro y luego se retira…sin duda un buen perdedor
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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