PROTECCIÓN A PERIODISTAS; LA SIMULACIÓN
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Lo dicho, mientras no exista en México el interés oficial por brindar seguridad a la población y en particular a quienes ejercemos el periodismo, los ataques contra la prensa seguirán, porque no únicamente la impunidad ofrece un escenario adverso sino que la actitud de quienes deberían ofrecer mecanismo de protección simulan que nada pasa.
La muerte numero 15 en lo que va del año enluta el periodismo de México, y la posición oficial sigue siendo la misma, como si nada pasara y le apuestan al tiempo y olvido para que nadie diga nada, mientras que los que buscan acallar a la prensa siguen libres.
La semana que concluyó, la subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración del gobierno federal, presentó en Chihuahua un diálogo con periodistas y derecho humanistas con miras a impulsar una Ley General para brindar protección y mejores condiciones, en un proceso que se observa amañado y difícil que tomen en cuenta lo que ahí se exigió.
De entrada, todas y todos los periodistas ahí presentes, nos pronunciamos en el sentido de que un sólo ordenamiento legal no puede abarcar dos actividades tan diferentes; porque la labor que ejercen las personas defensoras de los derechos humanos no tienen ninguna similitud con el periodismo, y aunque la libertad de expresión es un derecho humano fundamental en el ejercicio del mismo no se trata de una exigencia porque se respete, sino simplemente la libertad de llevarlo a cabo a través de los diferentes medios de comunicación.
Hay que repetirlo hasta el cansancio; México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en el mundo y pese a ello no existe autoridad que frene, ni siquiera le interese detener los ataques contra la libertad de expresión, y ante ello es momento poner un alto, alzar la voz y decir basta, pero a la vez emprender acciones que nos permitan trabajar con seguridad y en paz.
Sobre la reunión, la primera justificación que encontraron para tratar de lavarse las manos, es que “antes estábamos peor”, al presentar datos duros de lo acontecido en en México en los últimos años y es muy claro; 101 muertos en el sexenio de Felipe Calderón; 96 con Enrique Peña Nieto y hoy 63 en lo que va del sexenio hablan del grave problema.
La justificación oficial es que en los años anteriores se mataba a más periodistas, pero la realidad nos dice que simplemente las agresiones en contra de los comunicadores continúa y la impunidad para el esclarecimiento de estos hechos de sangre continúa.
No existe hasta este momento ninguna política o acción determinante que frene las agresiones, la violencia desmedida en contra del periodismo, y el señalar que “no tienen atribuciones legales” son parte de ese discurso oficial de desden, que muchas veces ha pasado al odio de esta labor que ha permitido un México mejor.
Ahora bien, de acuerdo a sus números se ha invertido más de mil 200 millones en medidas implementadas por el mecanismo de protección, para la “gran” cantidad de tan sólo mil 300 botones de seguridad, 69 servicios de escolta y 84 refugios de seguridad.
Tan sólo en las acciones para implementar refugios de seguridad denotan que no conocen ni respetan el ejercicio del periodismo, porque la autoridad al sustraer a un periodista de su entorno para “ocultarlo” y no sea localizado, cumple con el fin que buscaban quienes lo amenazaron, de acallarlo que que deje de “molestar” con su información.
La ley de protección de periodistas y defensores de derechos humanos actual debe ser revisada a fondo, en particular por lo que hace a las acciones de coordinación con las entidades federativas, implementándose acciones de prevención con base en la capacitación de protocolos de protección.
El procedimiento que dictamina medidas cautelares es lento y deficiente, colocando en severo riesgo a los periodistas. No hay chalecos antibalas ni botones de pánico que protejan la vida de los colegas.
Los recursos económicos y humanos destinados a los programas de protección soninsuficientes y deben ser revisados.
Es así que a pesar de que existe una legislación y protocolos de protección oficial, no es suficiente para frenar las agresiones contra periodistas en nuestro país, por lo que urgen medidas que ayuden a salvaguardar la integridad de quienes ejercen el periodismo.
El Foro de Periodistas de Chihuahua han desarrollado un observatorio digital que permite visibilizar el grave problema de las amenazas contra periodistas, a la vez conformar un observatorio en tiempo real como un mecanismo de autoprotección con información constante.
En este mismo mecanismo se podrá activar una alerta máxima en el instante que exista un riesgo potencial contra la vida de un periodista, lo que permitirá lanzar una señal de ayuda tanto para el gremio en general, como a las autoridades.
La Alerta Prensa busca instituirse como un mecanismo de autoprotección con las armas del periodista: la información y la verdad; esta plataforma estará disponible para todos los periodistas de México y del mundo, no sólo para quienes han sido amenazados o corren riesgos en el ejercicio de la profesión, sino para todo el gremio que busca apoyar en la protección de sus compañeras y compañeros que realizan esta noble profesión.
Hoy es el llamado a todos los periodistas de México a que formemos una gran red de protección, con las armas del periodista: la libertad de expresión y la verdad.
Autor: Nicolás Juárez Caraveo
Fuente: https://www.eldiariodechihuahua.mx/
manuelgandaras@gmail.com
JD
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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