KENYA DURÁN VALDEZ: REFORMA ELÉCTRICA
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“Si tu odio pudiera convertirse en electricidad, iluminaría a todo el mundo”
En el Congreso de la Unión, está planteada una reforma eléctrica propuesta por el Presidente de la República; la cual, según las mesas de trabajo, el análisis de los expertos, la consulta a especialistas, puede significar un evidente retroceso y en consecuencia, traería desventajas a nuestro país.
Como ya se dice, -no solo en este asunto, sino en todos los temas-: “si lo propuso Andrés Manuel, no puede ser nada bueno”.
En el mundo global, se ha venido apostando por las energías limpias, como la eólica (producida por viento), la fotovoltaica (luz solar), hidroeléctrica (fuerza del agua), de biomasa (combustión de materia orgánica), la geotérmica (calor que irradia del centro de la tierra), mareomotriz (proviene de la marea), entre otras; las cuales, impulsan los avances para preservar el medio ambiente y aminorar la crisis de las energías agotables como el gas o petróleo. Son ecológicas, ilimitadas, seguras.
Nuestro país es referente positivo, para muchos países del mundo, en grandes temas. O por lo menos lo era, hasta antes de 2018. No nos gustaría ser señalados como retrógradas e ignorantes, ¿o si?
México no puede estar ajeno a los avances tecnológicos, de comunicaciones, de innovación y mucho menos, en la tendencia generalizada por toda la humanidad con respecto al cuidado del ecosistema.
La reforma, debe estar sustentada en un mayor y mejor desarrollo para nuestro país; en garantizar el acceso a la electricidad como un derecho humano; que en el rincón más alejado de la geografía nacional, se cuente con electricidad; asegurar costos accesibles para las familias e incluso que se permita a los ciudadanos generar su propia energía o comprarla a los precios más bajos y estables posibles.
El bloque opositor de la cámara de diputados, está presentando una contrareforma. Que procure corregir errores y excesos del pasado; que logre abrir la oportunidad para que negocios y empresas pequeñas puedan acceder al mercado eléctrico y sus beneficios, como costos bajos de energía o energía limpia.
Que no se trate solamente de una lucha de egos. De ver quién puede comprar o cooptar más votos. De medir fuerzas políticas. Sino de buscar, lo que sea mejor para nosotros los ciudadanos y nuestras familias. Para el campo y las ciudades. Para la industria y el comercio. Para las grandes empresas y los pequeños negocios. Lo mejor para el país.
Ya es momento. De fortalecer las instituciones, como la Comisión Federal de Electricidad. Establecer mecanismos para acabar con malas prácticas. Dar certidumbre en la regulación del mercado. Proporcionar seguridad jurídica a los proyectos. Momento de reformular el modelo para alinearlo con los certificados internacionales de energía renovable.
Ya es momento. Que el voto de los legisladores sea consciente, congruente y correcto.
Autor: Kenya Durán Valdez
Fuente: eldiariodechihuahua.mx
manuelgandaras@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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