SOTA, CABALLO Y REY
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Por: Fernando Herrera
Creen que están solos
Sigue la planeación diseñada su curso, algunos presidentes de comités municipales del PRI han tomado la protesta como corresponde, para iniciar los trabajos encaminados a empujar a los previamente elegidos como candidatos. Recordemos que los presidentes de ese partido también fueron previamente seleccionados para jugar el juego de la democracia, lo mismo harán con las posiciones que siguen, de acuerdo al calendario. También recordemos que todo empezó con la selección previa del presidente del CDE de ese partido Omar Bazán, por parte de los herederos del priismo, si es que dejaron algo, los anteriores que ejercieron el poder, tanto en el gobierno, como en ese partido. Aun siendo jirones, suponiendo sin conceder, se han quedado con ellos como si fuesen parte de una herencia natural, luego de la crónica de una muerte anunciada, parafraseando al Gabo con su séptima novela, y a propósito de la derrota del PRI, aderezada con las persecuciones policiacas, incluido el Ex. Esa novela es, tal vez, la única realista de García Márquez, pues se refiere a hechos –un crimen- en su tierra y no es parte de su innovación literaria reconocida como Realismo Mágico.
La derrota del PRI fue consecuencia de una soberbia extrema, pues, hay que decir que pocos políticos tenían o tienen las cualidades que se le conocieron al Ex para hacer un papel extraordinario al frente del gobierno. ¿Qué le pasó? Es algo que no sabemos, pero si al Ex le dio la enfermedad, “del poder” o síndrome de Hybris. Que no ocurra lo mismo con los que están haciendo lo que se les pega la gana con los despojos del PRI. Ni son despojos, ni son su herencia. Que los grupos que pertenecen al PRI hayan permitido que los abrumen, que los minimicen, que los ignoren, no es igual a que sus acciones se vayan a traducir en el éxito que se están creyendo. La historia les ha dado lecciones duras antes, pero, parece que no aprendieron nada, están por repetirla, y así les irá. Hasta ahora, solo Lilia Merodio los ha enfrentado, los demás siguen a la expectativa, agazapados, pero más temprano que tarde saldrán y se unirán a la voz que ya los encabeza para renacer y dar la pelea; una pelea digna, a la altura de los partidos competidores.
Don Javier salió airoso del evento, dio el grito, a la par de los alcaldes. La gente, como siempre, se reúne, se congrega, para la tradicional fiesta de luces, colores con los cohetes de pirotecnia que se mandan traer de otros lugares del país. En Chihuahua, Don Javier salió muy bien de su primera aparición en público, después de su toma de posesión; las otras veces no había quorum como para medir algo, ni en las reuniones ciudadanas, que tanto cuestan y nada dejan a la gente que sólo hace la fila; bueno, habrá que reconocer que a algunos les cortan el pelo. En Chihuahua, Don Javier salió del apuro con la rechifla que se esperaba, la cual no se dio, del todo, por los grupos organizados que contrarrestaron los silbidos y abucheos con aplausos y vivas con enjundia bajo precio. Hay que reconocer que la libró. En Delicias, Eliseo echó la casa por la ventana; se dejó caer con los juegos pirotécnicos, aunque resultó una pena, para muchos, que se murieran tantos pajarillos, que no escucharon el aviso de desalojo, cuando prendieron los fuegos artificiales. Los pobres animalitos salieron volando, pero prendidos, literalmente, prendidos a fuego vivo en su plumaje, para ir a morir hasta donde les alcanzó su energía. No soy defensor de animales, pero, la neta, qué diablos les costaba espantarlos antes de prender el cerillo. Allá ellos. La gente disfrutó bien de la tradición, los gritos son una fiesta popular que la gente aprovecha para salir de noche a comer un elote, un tamal o unos taquitos en la calle y luego levantar la mirada al cielo para disfrutar de las espectaculares explosiones de los juegos pirotécnicos llenos de colores. También entra un poco de orgullo de pertenencia, porque gritan, con fuerza, cuando los conminan al ¡viva México! Por tres veces.
Por: fernandoherrera1956@hotmail.com
Fuente: manuelgandaras@hotmail.com
JP
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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