SOTA, CABALLO Y REY
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Bazán anda solito
Por Fernando Herrera
Consumada la imposición, todo se volvió cuestión de trámite, ahora Omar Bazán anda en campaña, pero resulta que los eventos están más desangelados que un refrigerador descompuesto. Los militantes y, si hubiera todavía, simpatizantes, del PRI, ya ni atienden las convocatorias de los comités municipales, pues, al fin y al cabo, el asunto ya está resuelto: Omar será Presidente de ese partido. Este tipo de decisiones son armas de dos filos, pues por una parte, como diría don Zoilo, díganos quién es, nonos hagan “peliar”, pero, por el otro, la ausencia de democracia interna desanima a los que de verdad quieren, desean un cambio en la forma y fondo del manejo interno de ese partido. No se sabe a qué le tienen miedo, el caso es que nomás no dejaron que se diera una competencia interna, como si la fortaleza de ese partido, estuviera de lo mejor y aguantara cualquier cosa. Es como no entender que hace falta propiciar que la gente se acerque, que la gente se involucre, que ese partido cambie, pero aprisa, porque la sociedad ya no tiene paciencia, ya está cansada y harta de que le den siempre lo mismo: pura simulación, promesas y engaños. Omar es un excelente cuadro político, ni quien lo discuta, pero lo desgastan al enviarlo simulando un acuerdo de voluntades que no existe, que nadie avala, y que dejó a todos inconformes. Es un pésimo comienzo para cualquiera que tenga las mejores intenciones, para cualquiera que tenga la capacidad y la decisión de hacer las cosas, pareciera que los que creen que mandan necesitan que entre remando contra la corriente, como si les urgiera que desde el principio se dé cuenta de que los necesita, de que sin ellos nadie puede hacer nada. Por ejemplo, ¿Cómo puede Omar Bazán convocar a los que querían ser? Si los disciplinaron, por lo tanto, el único que podrá llamarlos será el que tuvo el poder de hacerlo, así que cuando Omar requiera de una reunión tendrá que llamar y pedir que se los manden porque ninguno le hará caso. ¿Podrá Omar convocar a los poderosos de su partido ubicados en las posiciones políticas más importantes? ¿Cómo llamar a los diputados federales, a los senadores, a los funcionarios? Si ellos fueron sus competidores y los que no, pues fueron los que lo pusieron donde estará a partir del mes venidero. Tendrá que pedir de favor que lo acompañen, que lo acuerpen, que lo ayuden, porque liderazgo de dónde, no hay manera de que se convierta en el que dirija ese partido, sólo será el gerente de los que más pueden, como siempre. De los priistas ni qué decir, ni en esta ni en ninguna su parecer cuenta, ni contará, sólo cuenta y ha contado, como se ha demostrado, que cuando los molestan, cuando los hartan, propinan un sólo zope en las urnas como lo hicieron el año pasado, ayudando a ganar a Don Javier, y dejando a Enrique pagando las facturas de lo que nunca compró. ¿Eso es lo que están buscando? Pues se dice que van muy bien, que están siguiendo la misma ruta y que los resultados serán los mismos, pues como alguna vez dijera Albert Einstein, a comportamiento igual, resultado igual. Sigan creyendo que tienen el control, que tienen el liderazgo, que tienen los pelos de la burra en la mano, para que se den cuenta de que ni los quieren como creen, ni son admirados como creen, ni tienen el control de nada de la militancia, y, mucho menos de algún simpatizante, insisto, si todavía los hubiera. ¿Quieren engañar a los de lejos? ¿Allá les compran el engaño? De acuerdo, que sigan con la simulación, dice la raza en los cafés, al cabo que más pronto que tarde se llega la hora de repetirles que no es cierto, que no está el horno para bollos. Pero, como dice la gente de los medios, así les funciona, por lo menos ellos creen que así les funciona, aunque todos sepamos que no, que ya no es así, que el cambio es una constante y que en ese partido no lo han entendido. Ahora bien, si la apuesta es a que Don Javier se desgaste, como ocurre en el ejercicio del gobierno, a que Don Javier ante la falta de obra decepcione a la sociedad, a que Armando Cabada y el Caballo Lozoya pasen por lo mismo, pues no es una mala jugada, porque, de verdad, que puede pasar, puede ser que la sociedad se arrepienta y regrese con el PRI, pero también es posible que se vayan con Morena, ¿O No?.
Fuente: manuelgandaras@hotmail.com
JP
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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