SOTA, CABALLO Y REY
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El estado no puede solo
Por Fernando Herrera Martínez
Datos difíciles de comprobar llegan a los oídos de reporteros de todos los medios, en los que se dice que los muertos y heridos pueden llegar a cien, a diferencia de lo declarado por las autoridades que señalan que hubo 15 muertos, aunque también han reconocido que no saben cuántos muertos y heridos fueron rescatados de la zona, en varias aeronaves que aterrizaron en la comunidad La Mesa del Huracán, municipio de madera. Estamos ante la situación de violencia más grande que se ha presentado en la historia de Chihuahua, cuando en este poblado de apenas poco más de 500 habitantes, se da este enfrentamiento entre grupos antagónicos de la delincuencia organizada. Peniche, el fiscal, señala que es un signo del debilitamiento de los carteles, cuando la sociedad pensamos lo contrario, al constatar el número de sicarios de uno y otro bando, si son tantos de cada lado en ese enfrentamiento en eso sólo lugar, entonces de cuántos integrantes estamos hablando, ni modo que estuvieran todos en las Varas, lugar del enfrentamiento.
Lo único que leemos de ese asunto es que las bandas están compuestas por miles de miembros en cada bando, de lo cual se desprende que no hay manera de que la policía del estado pueda hacer algo contra ellos. De lo anterior, se desprende la urgencia de que el ejército tenga otro nivel de apoyo por parte del estado para que puedan ubicarse en puntos estratégicos y acceder a una mejor capacidad de combate. El estado debe proveer a los soldados del avituallamiento necesario para que se instalen en los lugares idóneos para encabezar una lucha que de antemano las corporaciones de seguridad pública tienen perdida. Sin el ejército, el baño de sangre continuará, por lo que urge que también las autoridades federales se pongan pilas y apoyen al estado con un número adecuado de militares para emparejar el marcador. De lo contrario, el estado seguirá contando los muertos sin poder hacer nada para evitarlo; chihuahua no puede solo. Entendemos que la violencia está en Guanajuato, Colima, Guerrero, Sinaloa, etc., y que no se dan abasto con los efectivos militares, sobre todo por la falta de instalaciones adecuadas en todos los lugares que se requiere. De ahí la necesidad de que el estado le entre con el presupuesto necesario para facilitar las labores de los militares. No hay de otra, al grado que ya se sabe que en estos días el gobierno ya está en la toma de decisiones para mejor proveer a los soldados que podrían ser enviados a Chihuahua, en caso de que haya la sensibilidad necesaria, respecto del problema que se vive en nuestra patria chica.
Se dice que el gobierno federal se la hace difícil a Don Javier, con ánimo de que se desgaste ante la sociedad, pero, de ser cierto, no se vale, porque los chihuahuenses no nos lo merecemos, y este tipo de problemas no son rentables políticamente hablando, y quien se atreva a querer lucrar con ellos, está cometiendo pecados de lesa humanidad. Los colores de los partidos nada tienen que hacer ante la ola de violencia que azota nuestra entidad, es la hora que, sin distinción de partidos, se pongan de acuerdo para traer un poco de alivio a las comunidades del estado que viven en constante zozobra, miedo y desesperación.
La factura política la tiene la sociedad, con el poder de su voto, por lo que ningún orden de gobierno debe sentirse a salvo, todos tendrán que pagar la parte que la sociedad decida cobrarles. Todo es una cuestión de percepción, la gente sabe, la ciudadanía se da cuenta de que las policías no pueden solas, se escucha, se lee, se oye, en todos los medios de comunicación del país, cuántos efectivos militares están destacamentados en otras entidades y la sociedad compara, no se le puede engañar, así que más vale que se coordinen y se pongan a trabajar, porque el costo político será cobrado en las urnas, tanto al orden de gobierno municipal, estatal y, por supuesto, al federal.
fernandoherrera1956@hotmail.com
JP
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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