¿LAS EMPRESAS DE ESTADO SON INEFICIENTES POR NATURALEZA?:
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Por Miguel Ángel Cervantes Galaviz y Jesús José Carrillo
Existe la utopía muy arraigada dentro de la sociedad que el estado debe ser el único rector de la economía en aras de alcanzar la justicia social, con este argumento las empresas paraestatales justifican su razón de ser, la suposición que los burócratas son los guardianes, y que solo ellos están capacitados para salvaguardar los bienes de la nación ha perdido popularidad últimamente, dando paso a la idea que la inversión privada es otra opción.
La duda surge cuando las mayores empresas públicas de México (como PEMEX Y CFE ),están permanentemente endeudadas al borde de la quiebra y muestran su ineficiencia ¿realmente se obtienen beneficios de dichas inversiones para la sociedad? O ¿sólo justifican su existencia con tenerlas, en el régimen fiscal e institucional actual? Ya que solo genera beneficios para el grupo en el poder, sin que la sociedad en su conjunto vea avances en el desarrollo de su entorno, cayendo en la dinámica del conformismo de vivir con la esperanza que algún día llegara la justicia prometida.
El estado paternalista, define reglas por las cuales se regirán todas las operaciones de sus empresas y no estarán necesariamente obligadas a cumplir. Al colocar en puestos directivos a su grupo ,son juez y parte, en comparación a la gestión privada con fuerte competencia, que estimula a sus funcionarios a buscar la excelencia”,
Las paraestatales, no están sujetas al rigor del mercado, a las fuertes presiones de la competencia y amenazas constantes de quiebra frente a una mala administración de sus recursos. En toda empresa, las pérdidas son tan importantes como las ganancias, ya que demuestran que se están malgastando recursos que sería mejor aplicarlos en otro lado. (Milton Friedman),
En un mercado competitivo, arrastrar pérdidas constantes llevara tarde o temprano a la quiebra. las empresas estatales no operan así por ser protegidas, no están sujetas a este riesgo, ya que siempre pueden pedir aumentos de presupuesto, sin estar obligadas a presentar informe alguno.
Justifican perdidas argumentando que el objetivo de las empresas públicas no es generar utilidades sino beneficiar a la mayor población posible , lo que hace aumentar el dispendio de recursos para justificar su existencia que podrían ser utilizados en otras áreas de manera eficiente, su eficiencia es inversamente proporcional, entre mayor sea los números rojos menos eficacia presenta.
Por otro lado, el hecho de que el gobierno se autonombre como único rector de la economía con capacidad de tener empresas lo coloca en una situación privilegiada, ya que no sólo define las reglas del juego, sino que además está
autorizado legalmente para dispersar recursos a esa actividad, no necesariamente implica que buscara ser eficiente administrando recursos.
Aunado a una protección regulatoria de la industria contra la competencia, resulta un monopolio perfecto.
El asunto no es tener la imagen que solo las empresas privadas son benévolas y las de estado perversas. El mal radica en los incentivos, las empresas de estado no tienen incentivos para competir. Y lleva a formular la siguiente pregunta ¿es la privatización del sector público, el camino para solucionar el problema de eficiencia?
, La elección política de gobernantes implica hacer cambios a las esferas de las empresas estatales premiando a aquellos que dieron resultados en la campaña electoral, independientemente de si se trata de personas capacitadas para ejercer los cargos requeridos en la dirección de dichas empresas. El compadrazgo, nepotismo son el común denominador.
Peor aún a nivel federal, estatal y municipal está dominado por el ciclo de mayorías, cuando una coalición logra el poder, es costumbre que prefiera a su gente cercana.
Los sindicatos en las empresas estatales se convierten en mafias extorsionadoras, organizaciones que, con base en privilegios gubernamentales, monopolizan el ingreso para laborar en dependencias del gobierno. Extorsionan a trabajadores a cambio de una plaza o los utilizan de acuerdo con partidos políticos para promover el voto.
Los sindicatos de Pemex, y Comisión Federal de Electricidad, intercambian prebendas: el monopolio de decidir quién entra a trabajar en las empresas o dependencias gubernamentales, altas y prematuras pensiones, por subordinación y apoyo político.
Las empresas estatales no sólo pueden representar un malgasto de recursos a nivel de la administración del fisco, sino también en cuanto al servicio prestado a los usuarios. Las empresas del estado, al no estar sujetas a la disciplina del mercado y de la libre competencia, no tienen incentivos para atender las quejas de los clientes, ni ajustan sus estructuras de costos para ofrecer servicios más baratos y más eficientes que los de la competencia. En lugar de la disciplina del mercado, las empresas estatales sólo están bajo la supervisión de su propio dueño, el Estado; en este punto, cabe señalar el problema del conflicto de intereses que surge cuando el Estado es a la vez proveedor y regulador de la provisión de servicios, convirtiéndose efectivamente en juez y parte de la operación.
Entonces, realmente debemos preguntarnos, ¿por qué el Estado debe tener empresas? ¿Qué sentido tiene tener una empresa estatal si no para mantenerla dentro de la esfera política?
Es menester evaluar la rentabilidad y el rendimiento de las empresas e inversiones estatales. Las empresas estatales deben rendir cuentas de forma permanente y transparente a la Contraloría General de la República, de modo que el Estado pueda justificar sus inversiones. Se debe revisar el rendimiento y la situación financiera de las empresas cuya parte operativa es totalmente estatal, para determinar si es beneficioso que el Estado administre y empresas o no, así como debe
realizarse una evaluación de los servicios que reciben los usuarios de estas empresas estatales.
La privatización, en un ambiente de competencia, genera aumentos en la productividad de los sectores previamente monopolizados por el Estado, mejorando calidad y diversificando la oferta de bienes y servicios.
La privatización, en un ambiente de competencia, pondría fin a la politización, permitiría alcanzar el fin último de cualquier empresa sujeta a los términos del mercado: maximización de beneficios.
Por otro lado, si las empresas privatizadas realizan una mejor gestión empresarial, el Estado podría aumentar su recaudación por beneficios directos e indirectos que las empresas generan al atraer nuevas inversiones (dada la percepción de que el clima es favorable a ellas, seguido de la privatización)
Continuara la creación de riqueza al modernizar infraestructura, operaciones y mejora la calidad y cantidad de servicios prestados. La privatización no sólo permitiría al Estado recibir más ingresos fiscales; también reducir costos, al reducir el gasto público utilizado para financiar déficits operativos de las empresas públicas con pérdidas.
, el producto de la venta de empresas publicas se destine a reducir pasivos (deuda pública) y no para aumentar el gasto corriente. Del mismo modo, realizarla con amplia consulta, en procesos abiertos y transparentes en la divulgación de resultados.
. Una forma de privatizar sería convocar a licitación abierta y otorgarla al mejor postor. Esta sería la forma indicada para la venta de un activo tangible y de difícil división. Otra manera es la transformación de la empresa estatal a sociedad anónima ofreciendo acciones en el mercado primario de la bolsa de valores. Este procedimiento permite la participación de ciudadanos como socios de la empresa.
, otro plan es la repartición de acciones a ciudadanos sin ningún cargo opción que, dada la desigual situación tributaria de los ciudadanos Mexicanos,
En Camargo, chih. La reapertura petroquímica, dada la obsolescencia de infraestructura, es conveniente se haga con inversión privada que de prioridad a la modernización de instalaciones, el gobierno nada tiene que hacer produciendo fertilizantes. Convocar a una licitación abierta internacional otorgándola a la mejor propuesta, eficientando operaciones para bajar precios de agroquímicos sin protegerla de la competencia.
La eficientizacion en el uso recursos públicos por empresas publicas tanto federales, estatales y municipales implica desarrollo para todos.
Una estrategia para bajar precios de tarifas eléctricas es necesario dar celeridad a la construcción de hidroeléctricas con capital privado, aprovechando la infraestructura hidráulica disponible.
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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