SER Y NO SER
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Cuando la vida te da la oportunidad de desempeñar alguna responsabilidad, lo primero que se debe aprender es que todo es temporal. La vida misma nos deja claro que al nacer empezamos a morir.
Cuando haz tenido la oportunidad de estar al frente del esfuerzo de un grupo de personas, debes saber, desde el principio, que nada es para siempre, que la vida evoluciona; que todo cambia, que nada debe sorprenderte, que hay que estar listos para la adaptación requerida según las circunstancias.
Papá y mamá encabezaron durante un determinado tiempo a la familia, pero al paso de los años cada uno de sus miembros se fue independizando para tomar un rumbo diferente, aunque siga en contacto, estrecho o como quiera que se dé. Los padres se adaptan a que los hijos ya no están, a que ya toman sus propias decisiones, a que ya no se les pregunta ni se les pide permiso.
Las empresas empiezan con un creador o fundador pero resultará normal que al paso del tiempo vayan sucediéndolo otras personas al frente de aquello que haya creado y que sean ideas diferentes las que permitan que se tome nuevo impulso que podría llevarla a mejores estadios, en términos de éxito, sin dejar de lado que, en ocasiones, se fracasa.
Las personas debemos tener claridad en que nada es para siempre; que el mundo cambia porque es dinámico, evolutivo, progresista; obligándonos a una constante adaptación.
Las previsiones que se hacen con los ahorros, con el patrimonio que haz sido capaz de crear, con las opciones de trabajo que ofrecen tus capacidades son las herramientas fundamentales para estar listos a la hora de los cambios.
Que nunca te sorprenda un cambio, que siempre estés preparado para asumirlo, que haya una alternativa que te llene, que tengas opción de vida; que siempre hayas tenido presente la temporalidad de las cosas y de la vida misma.
Comentarios con fernandoherreramartinez1956@gmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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