CONDUCTA
Por:
Compártelo en:
Las personas tenemos diferentes formas de manifestar lo que hacemos.
Cuando hacemos algo que sabemos que no está bien algo dentro de nuestro cuerpo se mueve y nos delata: pueden ser los nervios, los movimientos de las manos, el sudor en ellas o en el cuerpo, los ojos que parpadean más de lo normal; siempre hay algo que nos delata, puede ser imperceptible para que otras personas no lo noten o de plano tan obvio que casi lo gritamos, pero, de algo podemos estar seguros: nosotros si sentimos algo diferentes cuando hicimos o estamos haciendo algo mal o fuera de lo establecido.
El dominio de los nervios; la sangre fría que algunos dicen tener o la fama que algunas personas han ganado por tener esa cualidad, viene de conductas delictivas como pasar algo prohibido por entre las autoridades con aparente calma sin despertar sospechas; por el contrario algunas personas han sido capturadas sólo por sus “puros” nervios al pasar uno de esos espacios conocidos como retenes.
Cuando se viene de otro país y traes mercancía para vender sin pagar los impuestos que corresponden, la persona sabe que se la va a jugar “al verde”, que significa que al pasar en el auto o a pie la luz del azar decidirá si revisan o no lo que lleva aquella persona.
Cuando sustraes materiales o cosas de tu trabajo, al momento de salir a esconderlos en el auto o entregárselos a otra persona que fue de visita pero que es cómplice y se lleva lo que se están robando se viven momentos de intensidad y la adrenalina invade tu cuerpo, aunque sean pequeñas cosas que tal vez ni valgan la pena.
El asunto es que la costumbre de tomar cosas ajenas es parte de la conducta humana y es algo muy difícil de superar. La mayor complicación está en la permisividad que tenemos con nosotros mismos.
Las personas hablamos de valores, de principios, de honradez, de ética, pero, también es cierto que somos autocomplacientes en todo aquello que riñe con lo que defendemos con la boca pero lo hacemos fingiendo que nada pasa.
|
...............................................
...............................................
|
Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
|