EUFORIA
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Los episodios de conquista, de celebración de una boda, del nacimiento de un hijo o de cualquier otra situación que nos lleve a un estado de extrema satisfacción son, potencialmente manifestados con euforia.
Los deportes son fuente de euforia, para los que los practican, si ganan una competencia o alcanzan un trofeo o campeonato; lo son también para los aficionados que celebran la victoria de su equipo o el haber ganado alguna apuesta en una competencia entre dos contendientes en algún deporte.
En la política hay momentos de intensa celebración por parte de los afiliados a partidos políticos o por los seguidores de alguno de los candidatos que haya ganado una posición de elección popular o de partido.
Podemos afirmar que en nuestra vida hay momentos intensos que se manifiestan de manera extrema; es decir, nos rebasan, se desbordan y nos invade el júbilo, nos gana la emoción y las expresiones de felicidad son eufóricas.
La sensación de bienestar, de felicidad y alegría son el modo más usual de denominar o reconocer la euforia.
Podemos mencionar que la euforia también se puede alcanzar por medio del uso de drogas, con las consecuencias que resultaría obvio mencionar. Podemos agregar que el estado eufórico que, quizás haya visto en algunas personas, sin motivo aparente, ya puede usted suponer como lo consiguieron.
Le comentaré, nomás por no dejarlo, que el estado de euforia conseguido con drogas, al final, llevará a quien tenga esos vicios, a estados depresivos, con peligro de muerte, y no por sobredosis, que también ocurren frecuentemente, sino por la depresión tan insoportable que sobreviene cuando termina el efecto de la droga y ya no se cuenta con ella para sostener aquel estado eufórico. “La malilla” le dicen.
En otro concepto: La fuerza para soportar, conocida como euforia, es también un estado en el que somos objeto de un sentimiento desbordante, de una intensa emoción, que nos puede llevar a realizar cosas increíbles; usted habrá oído de un segundo aire, que llevó a un último esfuerzo a alguien y que se califica como extremo, también puede ocurrir si estamos en peligro o en defensa de nuestra integridad; como ejemplo, al huir de algo, saltar un obstáculo que en estado natural sería muy difícil.
Este estado, casi siempre, estará motivado por la adrenalina que produce nuestro cuerpo en momentos intensos.
¡cuídese!
Comentarios con fernandoherreramartinez1956@gmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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