CANDIDATURAS INDEPENDIENTES…I ¿VÁLVULA DE ESCAPE…? CONTEXTOS Y PRETEXTOS
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El tema de las candidaturas independientes dará mucho que decir en los tiempos por venir, su viabilidad (necesariamente) y su éxito como forma de representación (eludiendo y complementando al régimen de partidos) está por verse.
Cuando en el 2014 se efectuaron las reformas a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) se establecieron diversas disposiciones (obligaciones y derechos) a cargo de los ciudadanos con aspiraciones de ser “Candidatos independientes”, cuando las conocí inmediatamente deduje que los diputados y senadores (todos de origen partidista) ponían-establecían más trabas que requisitos, se los enumero:
• Crear una Asociación Civil que tendrá el mismo tratamiento de un partido político.
• La obligación de su alta ante el SAT.
• Informar de su aspiración al INE por escrito.
• Podrán realizar actos para recabar el porcentaje de apoyo ciudadano requerido.
• Podrán utilizar financiamiento privado, que no rebase el tope de gastos señalado o perderán el derecho a ser registrados o, si ya está hecho el registro, se cancelará el mismo.
• Deberán nombrar un representante para asistir a las sesiones a de los consejos General, locales y distritales, sin derecho a voz ni voto.
• Deberán insertar en su propaganda la leyenda “aspirante a Candidato Independiente”.
• Podrán tener acceso a los tiempos de radio y televisión, como si se tratara de un partido político de nuevo registro.
Adicionalmente, para obtener el registro los candidatos, se estableció como necesario:
• Para presidente, deberán reunir firmas de al menos el 1% de la lista nominal de electores.
• Para senador, al menos 2% de firmas de la lista nominal de electores de la entidad federativa.
• Para diputado, firmas equivalentes a al menos 2% de la lista nominal de electores correspondiente al distrito electoral.
En las pasadas elecciones federales fueron pocos los candidatos independientes, la mayoría de ellos no son-eran realmente independientes (no pertenecían, fueron patrocinados por un partido político, pero…) muchos menos los triunfadores.
En mucho (creo, estoy seguro…) la proliferación y éxito electoral (que logren el apoyo ciudadano en las urnas, en el futuro cercano) dependerá del ejercicio de los que recientemente triunfaron y de los que lo vayan logrando en los próximos meses, años, decenios y, por supuesto de la movilidad-inmovilidad, capacidad de adaptación de los partidos políticos (locales y nacionales).
Las candidaturas independientes, en el estado de Chihuahua, están por normarse, por legislarse, deberán serlo antes de que inicie el próximo proceso electoral (no sabemos exactamente cuando, ¿algún día del próximo noviembre?) y así cumplir con lo establecido por la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (decirlo de corrido es imposible, ¿o no?)
Quizá, para cuando usted mi enterado lector esté leyendo este escrito, ya el Congreso del Estado de Chihuahua haya legislado sobre las candidaturas independientes, también sobre los porcentajes mínimos de votación de los partidos en el ámbito estatal (para conservar el registro y eventualmente acceder a recursos públicos), este escribidor cree que los chihuahuenses (una vez más) deberemos ponernos a la vanguardia (eso depende en una buena proporción del Poder Legislativo, pero no únicamente de él) y facilitar las candidaturas independientes para todo tipo de cargos, al efecto nuestras leyes electorales podrían contener las siguientes disposiciones (y no muchas más):
Candidaturas independientes
• Las establecidas en la legislación federal con excepción de la constitución de la Asociación Civil.
• El apoyo de al menos el 1% de la lista nominal de electores.
• Recursos públicos hasta el 50% de los del Partido Político Estatal que reciba menos.
• No haber participado en el proceso electoral en curso en una elección interna partidaria.
• Iniciar su labor para recabar los apoyos necesarios (firmas o lo que se determine) al mismo tiempo del inicio de las campañas partidarias.
• Garantía (fianza o lo que se establezca) que garantice que se retire (elimine) la propaganda (bardas, espectaculares, mantas, etc.,) una vez terminado el proceso.
CONTINUARÁ
Las negritas y los subrayados son de mi absoluta responsabilidad.
Miguel Herrera Golarte
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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