TEMEN FUNCIONARIOS MEXICANOS SER DELATADOS POR NARCOTRAFICANTES |
25.07.2015 06:10 am
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Cd. de México (25 julio 2015).- La reticencia de México a extraditar a grandes capos a Estados Unidos da cabida a acusaciones de que funcionarios temen lo que los narcotraficantes puedan decir de sus nexos con el Gobierno, advirtió el ex jefe de operaciones de la agencia antidrogas DEA, Michael Braun.
"Con esto, podría validarse el señalamiento de varios expertos de que altos funcionarios del País no querrían que 'El Chapo' hablara con autoridades estadounidenses porque podría resultar embarazoso para ellos", dijo Braun en entrevista.
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REFORMA publicó el lunes pasado que la PGR ha congelado pedidos de extradición al acusar que las autoridades estadounidenses negocian con los criminales sin consultar a México y les ofrecen sentencias reducidas.
Pero ese argumento es inválido e insuficiente para no haber extraditado a "El Chapo" Guzmán, según Braun, quien trabajó en la DEA por 33 años y encabezó los programas antinarcóticos de la agencia.
"Capos del nivel de 'El Chapo' saben que si son enjuiciados en Estados Unidos, incluso si cooperan con los fiscales, de cualquier manera terminarán encarcelados prácticamente toda su vida. Eso ya pasó con varios ex líderes de grupos del crimen organizado tanto mexicanos como colombianos", indicó.
El ex agente de la DEA confirmó que a veces piden extradiciones de criminales para que testifiquen u otorguen información relevante a cambio de una posible reducción en su condena.
Sin embargo, recalcó que nunca hay promesas al respecto, y aún así, las sentencias son bastante duras.
"Para identificar, investigar, acusar y enjuiciar a los miembros del más alto nivel de organizaciones criminales transnacionales, a veces usamos a testigos que quizás fueron co-conspiradores y tienen conocimiento íntimo de la actividad criminal a cambio de considerar una lenidad, pero no hay ninguna garantía", mencionó.
Señaló que los fiscales sólo prometen hacerle saber al juez qué tanto cooperó un criminal, y dejan al criterio del magistrado si reducir o no la condena.
De hecho, Osiel Cárdenas Guillén, capo del Cártel del Golfo, habría dado información a autoridades estadounidenses tras su extradición en 2007.
Aún así, fue encarcelado en el penal de máxima seguridad ADX de Florence, Colorado, donde está en aislamiento hasta 23 horas al día.
A lo más, señaló Braun, puede ser que criminales reciban cadena perpetua en vez de la pena de muerte o, en pocos casos, una condena de 20 ó 30 años sin posibilidad de libertad condicional en vez de pasar su vida en la cárcel.
Agregó que, a diferencia del resto del mundo, las leyes estadounidenses con las que se enjuicia a líderes de cárteles, permiten acusarlos sin comprobar que tuvieron acceso a la droga o la movieron, ya que se estima que coordinaron el narcotráfico.
"Esa política es lo que capos como 'El Chapo' más temen", señaló.
Reforma
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