SOTA, CABALLO Y REY. Por: Fernando Herrera M.
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Muertos y heridos.
La contienda electoral dejará muchos heridos, y no sé cuántos muertos, pero será más que la derrota de dos de los más aguerridos competidores, ya que de los tres posibles sólo uno será el que se siente en la silla presidencial. Pero no serán los únicos derrotados, porque habrán de sumarse varios de los partidos políticos que quedarán en calidad de cascarones. Por ejemplo: Panal y verde, aunque le seguirán, con alguna presencia en las cámaras, algunos otros partidos, como el PRD y el PRI que tendrán que resurgir de sus propias cenizas, cual ave fénix. Otros partidos sobrevivirán porque sus coaliciones les dotarán de suficientes legisladores para seguir medrando del presupuesto, pero no electoralmente, como será el caso del PAN, PT y PES.
Los candidatos:
En el caso de los candidatos, dependiendo de quién gane la elección, que hasta ahora, todo apunta a López Obrador, pero que todavía puede correr bastante agua, así que hay que esperar, pero de ocurrir, Pepe Meade y Anaya tendrán que seguir su camino, de lo que podemos augurar que Meade encontrará empleo en cualquier organismo internacional de finanzas; por ejemplo, con Carstens en el Banco de Pagos Internacionales, por mencionar uno, en cambio Anaya tendría que dedicarse a vivir de sus rentas porque no encontrará quien le dé un empleo, ni creo que lo busque, más bien se iría a vivir a gabacholandia. En caso de que gane Anaya, AMLO se iría a su rancho en Palenque, Chiapas, que lleva por nombre la chin… Pero de ganar Meade, por improbable que se vea, ambos se quedarían desempleados, uno en su rancho y el otro aprendiendo a trabajar o a hacer negocios en Gringolandia.
La razón para pensar lo que podría ocurrir con Anaya tiene que ver con el cúmulo de traiciones que tiene en su haber y que, obviamente, le pasarían las facturas en cuanto se viera derrotado en su carrera por la presidencia. En cuanto a López Obrador, la situación la ha definido él mismo, cuando afirma que si no gana se irá a Palenque a su rancho.
Los partidos:
En cuanto a los partidos políticos, el Verde y el Panal quedarán tan mermados en su presencia en las cámaras que tendrán la necesidad de una renovación generacional, con la potencial salida del Niño verde del control del Verde, así como el Panal que se supone es el partido de los maestros, pero que, de ganar AMLO sería desaparecido para aglutinar al magisterio en Morena, o de ganar Anaya, tendrían que renovarse con un gran conflicto interno entre los maestros que siguen al actual SNTE y los que siguen a la Maestra Elva Esther.
En lo que respecta al PES y el PT, sus días estarían contados si gana AMLO debido a que los absorbería Morena, pero de ganar Anaya, ambos partidos tendrían graves conflictos internos con una renovación total al interior de cada uno, y de ella el PES podría no sobrevivir, sobre todo en lo que respecta al aspecto electoral, aunque sus diputados, en este caso, ambos partidos, les permitiría seguir medrando del presupuesto público.
Los que esperan, Javier y Alfredo:
En cuanto al PRI tendría que darse un resurgimiento a partir de cero, en el que su militancia, muy mermada, tendría que ponerse de acuerdo para elegir un liderazgo auténtico, que, por ahora, no se ve, pero que podría ser con el gobernador Del Mazo en el EdoMex.
En el caso del PAN de no ganar Anaya, le resultaría imposible sostenerse como líder de ese partido, que caerían en una crisis interna de mayores proporciones, con la que sobre vendría un cambio radical en ese partido, seguramente, con un bloque de gobernadores panistas que deben estar previendo ese escenario, obvio, encabezados por el chihuahuense Javier Corral.
En el PAN don Javier tiene rato frotándose las manos para que Anaya fracase y le deje el camino libre para las aspiraciones de mayor envergadura que sobre vendrían luego de la ausencia de liderazgo en ese partido.
La guerra en el PRI se dará entre los dinosaurios y el gobernador Del Mazo, pero el poder del EdoMex es amplio, tanto presupuestalmente como en el aspecto político, así que se resolvería con el
acostumbrado reparto, porque no se aprende ni con una crisis, como la que se vivió con Roberto Madrazo, ni con una segunda, que podría vivirse ahora.
Lo más seguro, es que con la crisis partidaria que se daría en el PAN y en el PRI, el PAN podría recomponerse primero para que Don Javier espere el anunciado fracaso del Peje, si gana AMLO, y entrarle a la presidencia sin mayor trámite, aunque cabría la posibilidad de que Del Mazo logre el amarre bien y pueda disputarle ese hueso a Don Javier. Lo anterior es posible primero en el PAN porque no hay disputa de liderazgo, lo cual si habría en el PRI con Osorio y los dinosaurios contra Del Mazo y el bloque de gobernadores, que debe estar armando el gobernador del Edomex.
Fuente: manuelgandaras@hotmail.com
HEC
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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