SOTA, CABALLO Y REY. Por: Fernando Herrera M
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Se ve la luz
A jalar…
La respuesta a la interrogante que hemos venido planteando está dejándose ver; por lo menos se asoma, hay estudios serios del sistema Poll of Polls desarrollado por Javier Márquez y publicado por Oraculus.mx, deja ver que en el norte del país AMLO perdía por hasta 20 puntos, igual en 2006 como en 2012, pero que ahora, para las elecciones del 2018 está prácticamente empatado con Anaya. Lo anterior arroja cierta luz a nuestra pregunta ¿Dónde está López Obrador en Chihuahua? Pues podemos argumentar que como decíamos ayer, en este mismo espacio, AMLO saldrá muy arriba en la votación en los estados del norte, en algunos muy parejo con Anaya, y ambos con Meade muy atrás. Ahora de esa potencial votación que combinada con las otras circunscripciones en donde AMLO es líder arrojará un 35 o más de porcentaje para AMLO podríamos suponer que en dos tercios del país puede sacar por cerca de los 40 o más puntos de la votación, por lo que en los del norte tendría posibilidad de llevarse un treinta o más. Si López Obrador asciende más en las preferencias podría darse la mayoría absoluta. ¿Tonterías? No lo creo, si alcanzara, suponiendo, un 40 o más de porcentaje, es de dudarse que no arrastre con él una mayoría en el Congreso de la Unión. Hay quienes defienden la idea de que AMLO puede ganar, pero nomás él, no así sus demás candidatos. No me cuadra ese razonamiento. Para mí es claro que si Anaya y Meade no repuntan se los van a llevar al baile con todo. Lo anterior conlleva el peligro de que se tenga la posibilidad de hacer cambios radicales en el país, porque teniendo el congreso se podría. Ese es el mayor temor, porque AMLO puede ganar, pero si todo es en tercios no podría hacer mayores cambios, y aunque sea presidente el país seguiría su curso, en menor o mayor medida que en la actualidad. Los pesos y contrapesos serían fundamentales, pero de continuar el agarrón entre PAN y PRI, AMLO seguirá capitalizando voluntades y con ello dejarlos abajo, muy abajo en los resultados, con las consecuencias ya explicadas. Se entiende que la brecha abierta entre el gobierno y Anaya es insalvable, pero ¿Que no habría posibilidad de que los vasos comunicantes o intermediarios pudieran encontrar una forma de arreglar ese entuerto? Porque de otra manera se refuerza la teoría de que el gobierno podría, en el caso de que no se vean posibilidades con Meade, irse por el voto útil con el peje. ¿Será? Suena descabellado, pero al buscar una salida hasta un clavo ardiendo sirve como agarradera, máxime que el peje tiende puentes, muy a su estilo pero los tiende. Anaya lejos de hacerlo continúa con su discurso de ruptura y amenazas, pretendiendo que la sociedad le compre lo que deja al entendimiento colectivo; encarcelar a todos los corruptos, incluido el máximo de la pirámide.
Lo que en Chihuahua debemos entender de todo esto que está pasando es que los candidatos dejen de hacerle al maje y se pongan a trabajar cuanto antes, del modo que puedan, hay que echarle ingenio y creatividad, porque los puros tiempos de la campaña no le alcanzarán a nadie. Y como que se siente en el ambiente que hay que hacerle caso al viejo refrán: si ves las barbas del vecino cortar… pon las tuyas a remojar. Tampoco se trata de correr y dejar solo a Meade, con la política de sálvese quien pueda, no, de lo que se trata es de que se pongan las pilas, y no solo los
de Meade sino también los de Anaya, que parecieran muy seguros y, lo cierto, es que nadie tiene nada asegurado, nadie. Los veo lentos, amorcillados y esperando, la verdad no sé qué esperan, porque si se trata de los tiempos electorales, ahora podrían andar trabajando con los alcances de la intercampaña y a partir del 29 del presente mes, a favor de sus compañeros candidatos a posiciones de carácter federal. Pero nadie oye, todos están amarrados a las palabras de los que supuestamente saben, y esto ocurre en el PRI y en PAN porque se han olvidado que en fenómenos como el ya vivimos en el año 2000, los que siguen al caudillo poco tienen que hacer. Sí, es necesario que recuerden a los beneficiarios de la campaña de Fox, o más cerca, a los beneficiarios de don Javier, o me van a decir que Blanca Gámez ganó porque la aman en ese distrito de la capital. Por favor, sólo fue receptora de una operación y un fenómeno, punto, y con ella, muchos de los 16 diputados del PAN en el actual congreso. Es más reto al que está leyendo a que de memoria escriba los nombres de los diputados locales que ganaron por Cd. Juárez, ni allá se saben los nombres. Y no es que sean personas sin méritos sino que se trata de candidatos que ni eso querían ser y cuando ganaron los más sorprendidos fueron ellos, al igual que el propio don Javier.
La votación que viene no es de trámite para nadie, especialmente para PRI y PAN, aunque lo sea un poco para los de Morena, que, dicho sea de paso, nunca hacen campaña, y ahora tampoco porque, hay que decirlo, ni lo necesitan.
Fuente: manuelgandaras@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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