SOTA, CABALLO Y REY. Por: Fernando Herrera.
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Patricio se luce.
La iglesia, la iglesia…
El senador poblano Miguel Barbosa recibió “bachón” chihuahuense antier, cuando en la intervención del senador chihuahuense Patricio Martínez García le leyeron el plan de gobierno de AMLO en el que se propone lo que no querían aprobar; penoso, sin duda, no darse tiempo para leer la propuesta de su candidato. ¡ya Miguel, ya! Como que se propició un levantón de cejas poblanas –pobladas-.
La militarización del país es un hecho, así se plantó, para quedarse, así surgió cuando sin facultades, sin planeación y sólo como producto de una medida desesperada, lo cual fue malo, o de ocurrencia, que sería -o fue- peor, desde que Felipe Calderón declaró la guerra a los miembros del crimen organizado, un hecho resultante de la violencia que se desató en cada calle, barrio, colonia, pueblo y ciudad del territorio nacional.
Un hecho que, del que, además fuimos advertidos por el propio presidente acerca de los costos, en sangre, que tendríamos que pagar, un hecho que todavía lamentamos, pero con el que se ha tenido que aprender a vivir.
Los esfuerzos para regresar el tiempo, a las épocas cuando todo ocurría con cierta paz- han sido en vano, ya no digamos los sueños guajiros de algunos acerca de acabar con el narco y la delincuencia organizada; todo ha fracasado, la droga se sigue cosechando, transportando y vendiendo, la guerra entre grupos continúa cruenta, la disputa por los territorios es permanente y la ineficacia de las corporaciones es manifiesta, sin aludir la eficiencia, por demás ausente.
La connivencia de las corporaciones municipales con los grupos delictivos organizados es una realidad contra la que nadie ha podido ni podrá hacer nada, la mala paga, el peor entrenamiento, las armas con las que pretenden que hagan su trabajo, la corrupción que impera al interior de las filas de vialidades y poli municipales, en donde les piden cuota según se les mande a trabajar en bicicleta, moto, patrulla, esquina en el centro, en una colonia o en la cebra de una escuela. En esos terrenos no hay nada que hacer.
En cuanto a las responsabilidades de las entidades federativas nos hemos dado cuenta, en la medida en que pasa el tiempo, que no quieren o no pueden conformar un cuerpo de policías capacitado para la dimensión del problema, por lo que, han preferido, y consentido, que los militares los releven del tema.
Los gobernadores han preferido que los militares enfrenten el asunto, sea por miedo, por conveniencia, o para evitar ser infiltrados y víctimas de la corrupción en la que caen muchos de los funcionarios, como ocurrió en Nayarit, sólo por mencionar uno, en donde el gobernador Sandoval resultó embarrado, salpicando a otros órdenes de gobierno.
La corrupción seguirá campeando, es parte de la condición humana, en lo que se debería de trabajar es la impunidad, porque esa es la que duele, la que lastima a la sociedad. Corruptos donde quiera, pero sin castigo, entre otros países, el nuestro.
Ahora que se quiere dotar de un marco legal, ojalá temporal, como se afirma, deberían apoyar la propuesta porque alguien tiene que seguir haciendo algo, si no para resolver,
por lo menos para mantener bajo cierto control ese rubro. Por cierto, no será con amnistía, pero, por lo menos, alguien piensa en el tema, aunque sea mal.
La iglesia metida en el tema; por favor, con qué cara, si los jefes de jefes se mochan para las mejoras, remodelaciones y hasta construcciones de no se sabe qué cosas. Por favor, no propicien que Juárez se revuelque en su tumba; zapatero a tus zapatos.
Pd.- Pena ajena con la cartulina publicada ayer en la que un maestro afirma tener cinco meses sin pago, en la que aparece la palabra, motivo del problema, con acento.
fernandoherrera1956@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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