RETOS PARA LOS SUSPIRANTES.
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El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), recién dio a conocer el Índice de Competitividad Internacional 2017, el cual mide la capacidad de los países para generar, atraer y retener talento e inversión.
Vaya, es la ponderación de qué tan competente, y por ende competitivo, es cada quien en el manejo de su economía, en su forma de hacer las cosas indispensables.
Se trata de una medición que el IMCO publica periódicamente y a la que vale mucho la pena darle seguimiento, pues más allá de las cifras oficiales y del discurso siempre positivo de las autoridades, constituye un buen termómetro para darnos perspectiva y tomar nuestro lugar.
Pues bien, en esta edición de 2017, si su escribidor fuera funcionario federal, le diría que nos fue mucho muy bien, porque subimos del lugar 38 al 37 en escala mundial. Sin embrago, como el columnista no es funcionario, pues toca escribirle que en materia de competitividad, seguimos tan mediocres como antaño.
La falta de competitividad, es una condición que se origina por graves problemas estructurales que no hemos tenido la voluntad política y ciudadana de resolver. Es otra buena razón para prestarle atención a este Índice, sobre todo ahora que estamos en posibilidad de solicitar, como colectividad, a los candidatos y candidatas a la presidencia de la república, que presenten sus planes de gobierno y que incluyan en ellos, las decisiones necesarias para ser más competitivos.
Son múltiples los factores que tienen a México en dicha mediocridad, empezando por la grave desigualdad que padecemos, esa que se refleja con un auto de lujo estacionado, frente a la acera donde una persona desvalida busca ayuda para alimentarse. Una de las razones para esto, lo señala el IMCO al mencionar que el 57 % de la gente trabajadora pertenece al sector informal, es decir, sin prestaciones, garantía de respeto a sus derechos, acceso a pensión y a seguridad social, entre otras condiciones desventajosas.,
Otro grave elemento en contra, es la situación de violencia generalizada que padecemos en el país, al menos desde 2008. El tema es multifactorial, pero resulta obvio que las autoridades no han encontrado la solución, pues el tema crece y avanza.
Violencia
La falta de un estado de derecho sólido, uno que cumpla con su función, es decir, con la aplicación de la leyes para todos, es otro de los elementos que el IMCO señala como cruciales para los resultados que tenemos; y claro, ante su ausencia, las oportunidades para la impunidad son muy amplias, y por eso los niveles de corrupción que hoy conocemos.
Vaya, desde muchos enfoques, seguimos siendo un país pobre, violento, y sin abundancia de oportunidades.
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Y bueno, tristemente, la verdad es que resulta muy lógico que lo seamos, pues pareciera que para ello nos estamos formando. Me refiero a la calidad educativa en nuestro país.
Según datos difundidos por el Consejo para el Desarrollo Económico de Chihuahua (CODECH), en referencia a las escalas del Foro Económico Mundial, en cuanto al avance o deterioro del capital humano en nuestro país, en escala de 0 a 100, México apenas registra un 69.25, lo que lo coloca en lugar 65 de entre 130 países.
Resultando además que a nivel de detalle, lo que peor tenemos es la educación básica, que comprende a los habitantes de entre 0 y 14 años de edad, pues ahí no somos lugar 65, sino 73.
E igual nos informa el CODECH, que en lo que se refiere a ciencias, lectura y matemáticas, son menos del 1.0 % de los estudiantes mexicanos los que logran obtener desempeños de excelencia en comparativa internacional. Desde luego, estamos por debajo de los promedios que manejan los países con los que, por tamaño de nuestra economía, debemos de compararnos, como la OCDE.
Le escribía que de eso se tratan estos índices, de contrastar cómo se están haciendo las cosas, y por ende de exigirle, hoy por hoy a quienes suspiren por el 2018, cómo sí van a poder.
Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.
Con gusto recibo sus comentarios en Facebook: @OHvaloragregado
Fuente: manuelgandaras@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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