AMDA: SANTUARIO DEL CAPITALISMO DE COMPADRES
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Por: Mike CERVANTES
Durante el siglo pasado México fue laboratorio de diferentes ideologías. En los años 40 México siguió el modelo del proteccionismo a ultranza por la sustitución de importaciones, modelo que se empezó a resquebrajar en los años 70s con los niveles de pobreza, y falta de oportunidades. Después llego los tiempos del populismo donde no se puso en tela de juicio la sustitución de importaciones, solo se aumentó el gasto, pensando que con el gobierno gastara más habría una derrama económica en la sociedad. Esa borrachera del gasto de gobierno periodo termino en la crisis de los 80s la cual fue la década perdida. Durante los periodos de De La Madrid y Salinas, se hicieron reformas moderadas, privatizaciones de parestatales, reducción del gasto, entrada de México al GATT.
Después vino la entrada de México al TLCAN. Aunque las reformas fueron moderadas, nos han vendido la idea que México entro al capitalismo salvaje lo cual está muy lejos de la realidad. En realidad, México paso de la sustitución de importaciones y estatismo, al capitalismo de compadres a ultranza. En México nunca se ha vivido un régimen de libertad económica. Esta falta de libre mercado, no sola ha causado pobreza, desigualdad, violencia, ha hecho una crisis moral.
El capitalismo de compadres ha hecho muchos estragos en la economía. Por ejemplo, el incremento del número de pobres en México, la profundización de los casos de corrupción en las empresas y en los gobiernos, y las externalidades asumidas la comunidad.
En México capitalismo de compadres que crea un emparentamiento empresa-gobierno en la adopción de tendencias de compadrazgo que justifican el dominio unipolar y avaro de los grandes cacicazgos, por encima del bienestar social.
Es necesario arraigarse en la ética desde su concepción más pura y filosófica, que permitiera comprender su importancia en el acontecer diario del ser humano, para después enfatizar los vacíos éticos y morales en el capitalismo de compadres.
El vacío de ética justica justifica los grandes vicios del sistema de capitalismo de compadres que impera hoy. Tras comprender la inequitativa relación dominante subordinado que el capitalismo de compadres ha impulsado a escala nacional, se distinguieron las graves consecuencias económicas y sociales que esto ha propiciado, principalmente reflejado en la tensión evidente de las relaciones sociales que los individuos afrontan día con día, y que sienten en Chihuahua.
El ejemplo del santuario del capitalismo de compadre, y el tráfico de influencias es la Asociación de Distribuidores de Autos (AMDA). A pesar del discurso de la globalización, la AMDA se la ha ingeniado para crear barreras a la importación de autos usados de EEUU. Se suponía que en el 2017 entrarían los autos importados 2015 y anteriores, se las han ingeniado para crear barreras arancelarias y no arancelarias. Se han incrustado en todos los partidos y los niveles de gobierno.
Han distorsionado la realidad cayendo en el posmodernismo. Han difundido errores conceptuales y hasta vulgares diciendo que la apertura económica afectaría la industria nacional, cuando México es el 3er exportador de autos y primero en autopartes a EEUU. En realidad, el proteccionismo defiende a los distribuidores, pero no a las armadoras, ya que ellas dependen de la exportación. Sin embargo, el discurso de la AMDA se impuesto por el terror intelectual, tráfico de influencias y la prepotencia que ese grupo representa.
Es menester hacer una diferencia clara entre lo que es la ética y lo que es la moral. Como lo explica Ricoeur (2002), la ética son aquellos principios y valores basados en concepciones sobre la vida y el ser humano que orientan a las sociedades en general, mientras que la moral consta de aquellas costumbres, hábitos y acciones culturales que hemos aprendido en nuestro entorno a lo largo de nuestra vida y que rigen nuestro actuar cotidiano.
La ética en el capitalismo de compadres de la AMDA se basa en la premisa de lograr la mayor acumulación en el menor tiempo posible, reduciendo costos e inversión para el cartel al que se pertenece, aunque esto afecte a los que no están el grupo, y crea sentimientos tribales primitivos. Mientras la moral del capitalismo de compadres de la AMDA defiende el argumento de que las premisas éticas del sistema, entonces, justifican que personas sufran en su nivel económico y sean hostigados por policías federales, y aduanales prepotentes.
En el caso de Chihuahua una versión torcida de la moral se utiliza para justificar acciones que no necesariamente son éticas. El mundo de los negocios que el sistema de capitalismo de compadres imperante promueve, es un claro ejemplo de ello.
Uno de los principios básicos de la ética del capitalismo de compadres de la AMDA es el utilitarismo, al cual podemos definir, como aquella perspectiva en la que las acciones y políticas se deben evaluar con base en los beneficios y costos que impondrán en la sociedad. De acuerdo a un análisis costo-beneficio, las decisiones se definen con base en aquellas acciones que producirán el mayor beneficio posible y el menor costo probable. Habrá afectados, pero serán los menos.
Lamentablemente, el capitalismo de compadres de la AMDA ha basado su moralidad en la tergiversación de este concepto, pues la “utilidad”, es decir, los beneficios netos imaginarios, justifican todos los daños sobre la sociedad y especialmente los más pobres.
De igual forma, el sistema económico imperante justifica su perfil “ético” en la justicia, que se fundamenta en el bienestar del cartel, por encima del bienestar común. En este sentido, la acumulación personal a base del compadrazgo, aun siendo excesiva, es no solo bien vista sino aplaudible, pues genera “una derrama económica” a pesar de que existan sectores sociales desprovistos de tales ventajas o beneficios. El nivel de éxito se mide por la competencia excluyente entre individuos, entre grupos que se acercan al poder, donde la ambición por el poder económico, la acumulación excesiva y la subordinación de unos bajo la dominación de otros, son la base del modelo del capitalismo de compadres de la AMDA.
Las acciones empresariales, aún carentes de ética, son plenamente avaladas por el sistema del capitalismo de compadres y eso le da el poder al individuo para excusar cualquier actividad por más excluyente e inequitativa que sea, pues al final de cuentas, lo único que importa es la acumulación y el bienestar empresarial del grupo cercano al poder. Las empresas en compadrazgo hoy únicamente obedecen a tres términos claves: rentabilidad, exclusión y prepotencia. Aunque las personas de bajos recursos sufran y no tengan igualdad delante de la ley.
El capitalismo de compadres fomenta la tensión en las relaciones sociales, ante la lógica dominante de exclusión en el mercado, esta última basada en exclusiones y oposiciones, ambición por el poder, sentimientos tribales primitivos, autodestrucción, crisis de valores, humanismo y perspectiva, así como en la relación co-dependiente entre el dominante y el dominado.
Desde los años ochenta, cuando se vislumbraban la primera apertura económica, apoyado por la, por una moderada reducción arancelaria en la administración de De La Madrid. Los intereses especiales buscaron que la apertura no les afectara y seguir sangrando a la sociedad.
Gran parte de los vicios del capitalismo de compadres de la AMDA se reflejan en la relación de dependencia que predomina entre los grupos cercanos al poder.
El capitalismo de compadres en su expresión más exacerbada. Se trata de un modelo económico basado en el libre comercio para los empresarios cercanos al poder, para los pobres proteccionismo a ultranza, privilegios, mercados cautivos para los pobres, y la regulación de la oferta y la demanda en su máxima catadura, clasismo, y prepotencia. En este sentido, la globalización ha sido un fenómeno que no ha llegado a los más pobres.
El descontrol en el manejo desproporcionado otorgado a los grupos de poder AMDA, demuestran que el capitalismo de compadres busca la maximización utilitaria para ciertos sectores y esferas sociales, desmotivando la equitativa distribución de los recursos. La perspectiva capitalista de compadres entonces prioriza los beneficios para los grupos pegados al poder, por encima de cualquier otro elemento. E l ser humano está sujeto a los deseos de los grupos incrustados en el poder.
La aplicación del modelo de capitalismo de compadres de la AMDA y su reflejo en la administración pública, creó una renovada ideología para la sociedad con el primado defender la imaginaria “industria nacional”. Sobre los vestigios de la debacle de la sustitución de importaciones, se irguió, todopoderoso, el capitalismo de compadres unipolar con los oligarcas a la cabeza y su gran emporio, reforzado por el dualismo globalización para el cartel y proteccionismo para los de abajo. Con el triunfo del capitalismo de compadres de repente barrió a México una ola de discursos mareadores llenos de soberbia.
La historia ya la sabemos. A la hegemonía del capitalismo de compadres unipolar siguieron el aumento de la desigualad delante de la ley, exclusión, reducción de oportunidades para los mas pobres. Su resultado es, entre otros, la pauperización de gran parte de la población y la concentración de la riqueza en pocas manos. Este hecho, contiene el sacrificio de las mayorías en aras del cumplimiento de los intereses de los empresarios de la AMDA cercanos al poder, se trata del triunfo de la avaricia.
La vorágine del dualismo la globalización para la elite/proteccionismo para los pobres o el el capitalismo de compadres unipolar alcanzaría su punto de inflexión con la entrada del TLCAN para los autos usados.
El sucesivo servilismo de diferentes instancias de gobierno, frente a la AMDA puso al descubierto el verdadero carácter de clase del estado-compadre que no escatima recursos para salvar a la burguesía conservadora, y prepotente, privatizando las ganancias y generalizando las pérdidas; en lugar de proteger la libertad de libre mercado de los más pobres.
La cercanía para que el TLCAN llegara a su plenitud puso en evidencia que México no ha sido tan globalizado como han hecho hacer creer. No obstante, el capitalismo de compadres de la AMDA se niega a morir. En tanto que el capitalismo de compadres sigue vehiculando la ideología de “proteger la industria nacional”, el cartel. Los partidarios del capitalismo de compadres quisieron convertir al Estado a la usanza del sector privado. La “proteger a la industria nacional” “combatir el contrabando”, son palabras clave en este emparentamiento para adecuar las estructuras institucionales a las necesidades de la acumulación del capital basado en el compadrazgo. En este contexto, el administrador (público y privado) adquiere ex nihilo las cualidades del estado-compadre: pragmático a un nivel vulgar, donde la ética no existe.
Yo pienso que el perfil del capitalista de compadres –dígase– fetichizada, resultado del emparentamiento entre la administración pública y la administración de la empresa. En esa fetichización de las relaciones sociales, el individuo (ciudadano, empleado o trabajador) es visto como un súbdito no como un sujeto de derecho. En esa lógica, se privilegia las ganancias de las personas cercanas al poder por encima de los valores éticos. Distorsiona el rol del gobierno incluyendo los discursos conexos (regresar a la legalidad, combatir el contrabando), a pesar su retórica emancipatoria, son una ideología que sirve para legitimar los intereses de la AMDA cercanos al gobierno.
Así los discursos son “movimientos ideológicos” cuyo fin es legitimar y consolidar el poder de las grandes empresas distribuidoras. Se trata pues de un nuevo proteccionismo que a través de los discursos sobrepujará la marginalización de los más pobres.
Esta forma de ideología del capitalismo de compadres juega al exterior en el espacio público. Esta ideología contiene un discurso ideológico-doctrinario y una caja de herramientas cuya finalidad es el incremento de la ganancia de los empresarios de compadrazgo. Esta ideología sigue la secuencia lógica autoridad-disciplina-legitimación-control. Esta ideología es las ganancias de la AMDA como es puesta al servicio de la producción de ganancia del cartel.
Es un proceso que cauteriza la moral a la economía y al mercado. El resultado general es que el predominio del capitalismo de compadres hará de este, mediador de la vida social en general y de la política en particular. Es en esa coyuntura, una vez cauterizada la moral de la economía, crea confusión en las responsabilidades de gobierno.
Mientras que la moral pierde, por así decir, “sus atributos trascendentales”, la moral cauterizada en el mundo económico y se crea confusión de lo que es justo y lo injusto, y le quita el poder de intervenir lo económico. Así, la moral será reducida a la visión de capitalismo de compadres, e instaurando el consecuencialismo. De esta forma, se realiza el empobrecimiento de la moral, consumando el proceso de subsunción de la ética.
Más aún que el empobrecimiento de la moral se observa con certeza, yo pienso que se trata del empobrecimiento del servidor público, como ser moral, pues la toma de decisiones tendrá más como fundamento la ley de ganancia de los empresarios de la AMDA cercanos al gobierno.
La puesta en evidencia de esta asimilación perniciosa de lo privado sobre lo público podría llevarnos a la afirmación de que la Ética y la Moral son innecesarias o simplemente posicionarnos en el relativismo moral. Al contrario, estas dos, ética y moral, son necesarias e indispensables en el servicio público. Michael Novak, Amartya Sen establecen con fuerza la relación entre la Economía y la Ética. Dicha relación sería orgánica debido a que la praxis del hombre en sus distintas formas creativas reproduce el organismo social en todas sus dimensiones. Estos autores comprenden perfectamente que la ética y el comportamiento moral son importantes porque de su ejercicio depende la existencia de la sociedad.
No obstante, en el capitalismo de compadres de la AMDA donde se postula el primado de los grupos cercanos al poder y su satisfacción sobre la comunidad, existe la tendencia a asignar un precio al ejercicio de los valores morales. Esa tasación de la responsabilidad o la honestidad por intercambio de un favor financiero, componenda es en sí la corrupción. Su uso atenta contra la reproducción de la sociedad pues uno de sus resultados es la injusticia. Adam Smith padre de la economía dice que el principal sostén de la construcción de la sociedad es la justicia; sin su presencia el edificio social se derrumbaría.
En consecuencia, es imposible simplemente recurrir a la conciencia moral del individuo para la realización de la responsabilidad. Se recomienda la creación de una estructura institucional que ponga límites al capitalismo de compadres de la AMDA. Se necesitan una responsabilidad social que ponga límites a la avaricia y prepotencia de la AMDA, se requiere liberalizar el mercado de los autos usados para que el gobierno no actué con servilismo delante de los grupos de poder.
Fuente: manuelgandaras@hotmail.com
APL
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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