Por: J.M. Rentería
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Anoche soñé que…
Caminaba yo por una las calles de Delicias, y me encontraba de repente a mi amigo Marthy el güerillo pecoso de “volver al futuro” a bordo del Delorian, y me decía,
y me decía, ese mi Rente ¿que anda haciendo?, voy a tomarme unas cheves mi Marthy, ando crudón, le respondía, yo también Rente, subase, compramos un seis y vamos a dar una vuelta.
De inmediato llegamos a un oxxo, nos llevamos dos sixs en bolsas con hielo y enfilamos rumbo a la presa
--vamos a dar una vuelta Rente, me dijo Marty, ¿a que año quiere ir?
--me gustaría ir al 2037, quiero ver como andarán las cosas dentro de 20 años.
--salta, me dijo el güero
--activó la batería que genera la descarga eléctric a necesaria para romper la barrera del tiempo, y una vez alcanzada la velocidad requerida –70 millas por hora— se produjo un fuerte estruendo, y ¡zaz! Ya estábamos en el 2037.
Todo estaba casi igual, sólo algo llamó poderosamente mi atención; un anuncio a un costado de la carretera que decía: Presa Villalba y una flecha indicando el rumbo, Marty notó mi cara de asombro y preguntó,
--¿que pasa Rente?
--que esa presa no estaba en el 2017, nos la prometieron un chorro de veces y nunc a la construyeron, ¿vamos a conocerla?
--vamos
En unos minutos, y siguiendo los anuncios llegamos a una imponente cortina con turbinas generadoras de electricidad, una impresionante obra de ingeniería. Sin embargo, el vaso de la presa no almacenaban agua ni para pasar una pastilla o hacer un buche, sólo bajaba un chorrito que apenas servía para remojar los pies.
Francamente intrigados, ya de regreso entramos a un 80-20 a comprar otras cheves, y un locuaz dependiente nos informó lo que deseábamos saber acerca de la presa Villalba
Nos dijo que la habían terminado hacía algunos dos o tres años en medio de constantes amenazas de Trump, y es que el trumpudo consideraba que la presa le “robaría” agua a los suyos, y que ya tenía emplazados varios misiles apuntados directamente a la cortina de Villalba, y nos dijo también que si no la habían destruido ya, era porque el presidente de Norcorea advirtió a Trump que si se metía con sus amigos de México derrumbaría las tres más importantes presas de Estados Unidos y ya tenía apuntados varios misiles hacia esos objetivos, total, así andaban las cosas en ese 2037.
Y es que el gordito y rijoso presidente norcoreano había trabado una profunda amistad con Peña Nieto, de tal suerte que nuestro “preciso” se había rapado los lados de la cabeza y había hecho algo casi imposible para él, hablar el idioma de Corea como si fuera su lengua materna.
No se a que atribuir ese sueño tan loco, a las 14 cheves y tres tequilas que me tomé en la tardeada del Bulls, en la que mi compa Chendo Navarro y yo bailamos toda la tarde con unas señoras gordas gordas, o a las tres quesadillas –tambien grasosas grasosas—que nos despachamos a la salida… ¡ a pa sueñito ¡
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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