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Las hipotecas sociales.
Por Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez
El país tiene una posición importante en el contexto internacional; sin embargo, es necesario reconocer que muchos de nuestros compatriotas están pasando una vida difícil, pues no ha sido suficiente el esfuerzo para que la distribución de la riqueza propicie un nivel de vida aceptable para todos.
A quienes nos ha ido bien, creo que tenemos una hipoteca social con los que han sido menos favorecidos. Una manera de ayudar es perteneciendo a los clubes sociales para contribuir, de manera anónima, a la construcción de escuelas u obras benéficas.
Hay quienes en sus relaciones con instituciones de gobierno se han visto muy favorecidos con los contratos multimillonarios de las obras sociales que el gobierno construye para beneficio de la población. Este tipo de gente, que logra fortunas inmensas, generalmente conforma fideicomisos para ayudar a los que menos tienen, aunque haya una doble vía amortizando contra impuestos.
Otros negociantes exitosos que han logrado inmensas fortunas también instituyen asociaciones filantrópicas o fideicomisos de ayuda a naciones pobres o grupos de personas específicas que sufren de diversas carencias, incluso hambre.
No importa cómo, lo que si importa es el reconocimiento de la deuda con los demás. Esa hipoteca social es de todos y a todos corresponde ayudar en menor o mayor medida, según las posibilidades de cada quien.
Busque un sendero o camino que le permita ayudar a los que no han tenido la oportunidad de alcanzar un nivel de vida aceptable o digno.
Comentarios con fernandoherrera1956@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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