SECRETOS 297
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SER
Por Dr Fernando Antonio Herrera Martínez
El dilema de todos, puede que sea, cómo debemos de ser para caerle bien a los demás o, si no nos importa eso, entonces sería o podría ser el cómo debemos ser para estar bien con nosotros mismos. Es posible elegir uno de estos dos lados? Buscar caerle bien a los demás, sentirnos bien con nosotros mismos o el tema podría llevarnos a la conclusión de que lo correcto es la búsqueda de un equilibrio entre ambas cosas.
Personalmente, me inclino por esta última, además, agrego que entiendo un equilibrio dinámico; es decir, cambiante, que presenta serias dificultades, igual personales, que con los demás para preservarlo, con altibajos, que idealmente presentarían una tendencia creciente para cualquiera que piense igual.
Si piensa que no debe preocuparle lo que piensen los demás acerca de lo que hace o dice; estamos ante una situación, donde el dilema desaparece, la persona viviría, creo yo, pensando que es feliz consigo misma, aunque los demás, incluyendo su familia, se retuerzan de enojo por las acciones que lleve a cabo o por las palabras que pronuncie.
Si le interesa demasiado lo que piensen de usted los demás, entonces será una persona, creo yo, que viviría haciendo y diciendo cosas que resulten agradables a los ojos y oídos de los demás, principalmente su familia, ampliando el círculo según sea su forma de interacción con el resto de la sociedad. Ignoro si sea posible dar gusto a todos, pero creo que hay personas que viven intentándolo.
La condición nuestra, como personas, falibles, con todas las características disponibles para ser lo mejor o lo peor que querramos, carece de límites, por lo que resulta, de suyo complejo, ser de una manera perfecta, ideal o ejemplo para los demás. Afirmo esto, sabiendo que hay excepciones, como la Madre Teresa, pero aún de ella dudo que todos la hayan querido, aceptado y admirado.
Creo que debemos preocuparnos por nosotros mismos, entendiendo que somos gregarios, por lo cual formamos familias, grupos o círculos sociales, equipos de trabajo, etc., conscientes de que algunas cosas que decidamos o digamos no serán agradables a ojos u oídos de otros, pero conscientes de que es parte de nuestra esencia natural el ser capaces de disentir, de pensar diferente, de actuar diverso; que es normal entonces que haya desencuentros, pero que procuremos voluntad e iniciativa, con una dosis de humildad, para arreglar aquello que sepamos que haya estado mal, en un mundo donde más o menos creo que todos sabemos que cosas son aceptadas universalmente y cuales no.
Usted ya encontró ese equilibrio? No le importa? o vive atribulado por lo que piensan o dicen de usted?
Comentarios con fernandoherrera1956@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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