“PIROPOS Y ACOSO CALLEJERO”
Por: RAYITO BENCOMO
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Por Rayito Bencomo
Con tristeza me atrevo a asegurar que todas las mujeres hemos vivido en carne propia esa tensión en el cuerpo cuando al ir en la calle algún hombre nos dice: “adiós guapa”, “hermosssssa”, “preciossssa” y demás “piropos” en tono lascivo, además de frases vulgares y ofensivas. Y otra cosa peor, a veces esas “frases halagadoras” vienen de conocidos quienes suponen que nos hacen sentir bien con sus comentarios, provocando en nosotras incomodidad y tensión al tener que contenernos, limitándonos a mostrar una sonrisa fingida y enviando con todo el corazón una mentada de madre telepática.
En días pasados una chica fue motivo de burlas porque denunció a un taxista que le gritó “guapa” mientras ella iba caminando por la calle. Seguramente el taxista le dijo “guapa” en tono lascivo y entiendo perfectamente que la joven se haya sentido agredida, es comprensivo que haya hecho una denuncia o queja administrativa, hasta aquí lo puedo entender. Lo que quitó seriedad a su queja fue la manera protagónica como la dama fue compartiendo paso a paso el suceso en las redes sociales, quitándole credibilidad al problema y rematando con un video donde relataba de manera burlona los hechos. Lo que pudo haber sido un acto heroico de la mujer pasó a ser un circo y motivo de burla hacia ella y hacia las mujeres. Afortunadamente la autoridad la protegió pero su actitud provocó que cientos de personas se dedicaran a reclamarle su actitud. Creo que ahora será más difícil que una chica se anime a emitir una queja sabiendo que puede ser víctima de escarnio público. Cuando has sido víctima de una agresión como esta, te invade la incomodidad y el estupor, lo último que deseas, en ese momento, es que todos se enteren. Si ella hubiera puesto la queja de manera prudente y después de cierto tiempo (unas horas o días) relatara con seriedad lo que ocurrió creo que la reacción de la gente hubiera sido otra y hubiéramos dado un paso hacia adelante en la defensa a nuestro derecho a caminar tranquilas por la calle.
A partir de ahí se hizo un debate en las redes sociales, a modo de burla la mayoría, donde preguntaban ¿cuál era la línea que dividía un “piropo” de una agresión?, y pienso, como decía la chimoltrufia ¡no nos hagamos tarugos! Todos distinguimos cuando un “guapa” es en tono lascivo, de intimidación o hasta burlón y cuando es con intención halagadora y de respeto, lo saben tantos los hombres como las mujeres, es algo que se percibe incluso desde antes que lo digan.
Caballeros, podemos aceptar sus frases de admiración cuando son con respeto, pero desafortunadamente en la mayoría de los casos los piropos no nos gustan, aunque sean halagadores, nos generan una tensión e incomodidad innecesarias, siempre percibimos cuando es con segundas intenciones. Las mujeres ya sabemos si somos guapas, si tenemos lindo busto o un hermoso trasero, también sabemos que desean vernos desnudas, ¡se les nota en la mirada!, pero si no les hemos dado permiso o si no son nuestra pareja, DETENGANSE, NO NOS LO DIGAN, seguramente no los denunciemos pero evítenos ese mal rato.
¡Feliz inicio de la primavera! ¡FELIZ SEMANA!
Rayito Bencomo
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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