SOTA, CABALLO Y REY
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Se rasgan vestiduras…
Es tarde, pero se vale, los partidos políticos se están aprovechando de las malas, muy malas decisiones del gobierno federal, para salir a defender a la sociedad; lo hacen para conquistar voluntad electoral, aunque digan que es por justicia para la población, sólo les importan los votos. Debieron defendernos cuando hicieron el pacto, aquel que dio como resultado un bodrio de reforma electoral y que al partido en el gobierno le ha resultado el tiro por la culata, pero los dirigentes de aquel tiempo, Gustavo Madero y Jesús Zambrano, otrora líderes del PAN y del PRD, respectivamente, se dieron vuelo con las propuestas de reforma a cambio de su voto en las mentadas reformas estructurales. Poco después los senadores y diputados autorizaron las leyes que liberarían los precios de la gasolina, la luz y el gas. El impuesto que autorizaron para cada litro de gasolina es un verdadero robo en despoblado, su desproporción habla de un gobierno voraz e insensible ante las necesidades de la población. Cómo puede ser que el presidente nos pida comprensión cuando para echar 40 litros de gasolina hay que pagarle 240 pesos de impuesto, si valoramos que se carga ese combustible cuatro veces al mes, estamos pagando 960 pesos cada cuatro semanas de puro impuesto de gasolina. ¿Eso quiere el presidente que entendamos? ¿Qué seamos comprensivos con él por la dolorosa toma de decisiones? Ni como broma se aguanta. La verdad es que dejan claro que hay una insensibilidad manifiesta ante las carencias y pobreza de la gente. Los senadores, los diputados, los dirigentes de los tres partidos más importantes, en aquel momento, permitieron que esto pasara. Ahora se rasgan las vestiduras, disque para defendernos, pero, la neta, cuando debieron hacerlo se dejaron comprar con la mentada reforma electoral que hicieron a su modo. El costo político del gasolinazo es para el gobierno de Peña Nieto, pero, ojalá, la gente registre que entre todos acordaron esa reforma que, supuestamente, beneficiaría al país, y, principalmente, a nuestros hijos. El colmo de la desfachatez con José Antonio Meade, antes, bien ponderado funcionario, tratando de defender el mayor robo de la historia al pueblo, pues ni en las devaluaciones devastadoras nos fue tan mal; la neta, seis pesos de impuesto en cada litro de gasolina es una mentada para todos. Que la memoria colectiva es muy flaca; sí, de eso se quieren colgar los verdaderos autores de estas fechorías, que por unas canicas electorales, concedieron al equipo del presidente la reforma que nos ha llevado, para siempre, a un pago desproporcionado en los impuestos de los hidrocarburos, porque no sólo es la gasolina, deje que llegue la luz y que requiera de gas en su tanque estacionario o cuando vaya a comprar un cilindro y se dará cuenta de qué tamaño es el robo. Si piensa que eso es todo, no se equivoque, el impuesto en la gasolina y el diesel obligará a muchos aumentos en los precios de los productos que requieren de transporte para llegar a nuestro alcance, si acaso podemos comprarlos, tendremos que aguantar la escalada de precios, aunque sabemos que una gran parte de la población ya no podrá incluir en su dieta algunos productos y/o servicios que quedarán fuera de su alcance. Con todo, además hay que oírlos pedir comprensión, como si fuésemos retrasados mentales que no entendemos que lo que hacen es por el bien del país y de nuestros hijos. Que se los crea su abuelita. ¿Qué va a pasar cuando la gasolina suba de precio en los Estados Unidos?, ya ha pasado que llegue a costar 3 dólares por galón, equivalentes a 63 pesos el galón, si tomamos en 21 pesos por dólar. ¿Seguirán cobrando seis pesos de impuesto por cada litro? Porque entonces comprarán el litro en dieciséis pesos, más dos de trasporte, más otro de las gasolineras, más los seis de impuestos ¿Pagaremos 25 pesos por litro? ¿Volverán a pedirnos comprensión? ¿Insistirán en que todo es por el bien de nuestros hijos? La neta que no le tenemos miedo a la libre oferta y demanda de la gasolina, si sube pagaremos más y si baja, igual bajará su precio, pero deben quitar ese impuesto desproporcionado, lesivo, ratero, injusto y entender que se debe cobrar un impuesto justo, proporcional al ingreso promedio de la población y elevarlo en el costo de la gasolina para autos caros, también pueden exigir a las armadoras que los vehículos nuevos de cierto precio en delante utilicen sólo gasolina cara, la cuestión estriba en decisiones que vayan de acuerdo con la población. ¿A poco no saben que dos tercios de la gente están en problemas económicos? Sacrificar a la población es imperdonable, la sociedad nunca perdonará este despropósito del gobierno, y eso que actualmente la gasolina está barata, esperemos a que se acomode el precio y sabremos de qué estamos hablando.
fernandoherreramartinez1956@gmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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