DETRÁS DE LAS CORTINAS
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Por Dr. Mario de la Peña
Posiblemente habrá usted visitado el Museo del Desierto Chihuahuense en Delicias. Pudo ver por ejemplo en muchas pantallas digitales películas con entrevistas a los especialistas que hicieron posible la información que usted admira en el Museo. Pero como ocurre en los estudios de televisión, o de cine, detrás de cámaras hay todo un mudo que los visitantes del Museo no conocen.
Pongamos por ejemplo la exhibición de un mamut en la Sala 2. Puede usted ver en una especie de pequeño teatro a un lado de los fósiles de estos animales de la edad del hielo, una animación tridimensional de un mamut que ya no existe. Usted se preguntará cómo es que se le toma película a un animal que ya no existe. Para esta exhibición en particular se empleó una técnica llamada “fantasmas de Pepper.” Pero la técnica es silenciosa, y en la exhibición se pueden escuchar los sonidos de estos animales. Nadie pudo haber ido con un micrófono y ponerlo cerca de un animal del que solo hemos encontrado sus restos fosilizados. En la misma Sala 2 existe además un cubo en el que se exhibe una película interactiva en el suelo y que responde a las pisadas de los visitantes rompiendo el hielo y descubriendo animales de la edad del hielo.
Tras bambalinas, en el Museo del Desierto Chihuahuense existe personal encargado de que, en cada una de sus visitas pueda usted encontrar películas nuevas y entrevistas que se programan cada 15 días, y que usted puede ver a cualquier hora que visite. Este es el trabajo del señor César Alejandro López Palma, técnico especialista del Museo encargado de darle vida a las exhibiciones. César egresó de nuestras escuelas locales como técnico agropecuario y se entrenó en trabajos de electrónica trabajando con expertos electricistas de la región. César diariamente se encarga de que todos los sistemas electrónicos estén funcionando y pueda usted ver una exhibición de calidad. Su trabajo empieza en las mañanas asegurándose que los sistemas de computadoras que manejan las luces, las animaciones, los sonidos, la música ambiental, y hasta los gruñidos de los dinosaurios estén listos para cuando usted nos visite. Detrás de estas representaciones montadas para realzar las piezas fósiles auténticas, existen sistemas computacionales y programación especial que les da vida, como son los clips de video de entre 5 y 7 minutos que se encuentran en diversas pantallas a lo largo de las salas. Esto requiere no solo de programación especializada, sino el manejo de circuitos electrónicos robóticos o animatrónicos, como los dinosaurios que se mueven en la sala 4.
César también intervienen en la fabricación de implementos para los bioramas, como puede ser las casas para las tortugas, las peceras, los serpentarios, etc. También en importante mantener a raya a los invasores del Museo. Estos son los animales de los terrenos circundantes y que buscan convertir en casa cómoda sin invitación en las salas del Museo. Este es el caso de liebres de campo, ratas, palomas y ardillones. Una liebre por ejemplo, rompió las mangueras del riego por goteo de los jardines, los cuales César tuvo que reparar.
Otro factor importante es lograr la seguridad de los visitantes ante la multitud de cables eléctricos que se requieren. Todo debe de estar prácticamente invisible, lejos de errores y corto circuitos o peligros de entrar en contacto con electricidad. De esta manera los maestros y padres de los niños más curiosos y traviesos podrán estar seguros de que no habrá accidentes durante su visita al Museo. Si en los cines se acostumbraba gritar “cácaro” cuando fallaba la película, en el Museo del Desierto Chihuahuense gritamos “¡César!”
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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