LOS VIEJOS RANCIOS DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN SALIERON MARIGUANOS.
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Con la legalización de la marihuana, ahora sí que la acabaron de “chingar” los viejos rancios que se creen dueños de la verdad absoluta;
los integrantes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación como “ mansos borregos” recibieron la orden de arriba y en un dos por tres nos van a cambiar la vida a los mexicanos, ojala y fuera para bien, esto que escribo sé que varias personas no estarán de acuerdo con mi comentario, pero este es mi espacio, esta es mi columna y tengo esa oportunidad de manifestar mis ideas y conceptos.
Ya me imagino a mis nietos marihuanos y alcoholizados por obra y gracia de los magistrados que se atrevieron a “vender su alma al diablo”; entiendo que alguien me puede decir “pues cuide a sus nietos” y a nosotros déjenos vivir en un mundo donde cada día podemos hacer las cosas al libre albedrio.
No soy un hombre conservador, respeto las ideas y el comportamiento de los seres humanos, pero esto sí que a mi parecer “no tiene madre”.
Dentro de las pendejadas que atribuyen y razonaron la mayoría de La Suprema Corte de Justicia de la Nación es que declaró inconstitucional la prohibición para cultivar y consumir mariguana con fines recreativos.
Por cuatro votos contra uno, la Primera Sala de la Corte amparó hoy a cuatro personas físicas, que obtendrán un permiso del Gobierno federal para realizar todos los actos necesarios para obtener su mariguana, que no podrán vender ni distribuir a terceros.
La mayoría de Ministros consideró que la prohibición absoluta, prevista en cinco artículos de la Ley General de Salud, es excesiva y viola el derecho humano al libre desarrollo de la personalidad.
Agregó que la mariguana no produce una afectación a la salud tan grave como para justificar su prohibición total, luego de compararla con sustancias nocivas como tabaco, alcohol y otras drogas.
Nunca creí que este 4 de noviembre del 2015 se fuera autorizar esta atrocidad.
No es mío las palabras altisonantes, pero en esta ocasión no me pude contener y no me arrepiento.
¡Aquí la traigo!
manuelgandaras@hotmail.com
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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