USTED SABÍA?
Por:
Compártelo en:
Que la semana que inició ayer es la conmemoración de cada año, por parte de los cristianos, de la pasión, muerte y resurrección de Cristo Jesús.
Como cada año comenzó el domingo de Ramos y terminará el día de la Resurrección, que también será domingo. Son días de intensa actividad con diferentes acepciones, pues hay cultos que inician una semana antes, celebrando desde el Domingo de Dolores.
Algunos nos preguntamos porque las fechas de este ritual varían. La respuesta está en el calendario lunar. Pero para entender el tema, digamos que lo único seguro es que entrada la primavera, la Pascua será en el primer domingo después del primer plenilunio o luna llena. El jueves Santo es la celebración que hicieron Jesús y los apóstoles del éxodo de los Judíos de Egipto. Resulta agradable comentarle que el calendario no se rige, hasta ahora, por criterios comerciales, sino por el movimiento del Sol y la Luna. En conclusión, sólo el Cielo ordena el tiempo y las estaciones.
La Semana Santa es precedida por la cuaresma, que comienza con el miércoles de ceniza, cuarenta días antes de la Pascua. Se considera como un tiempo de preparación, purificación e iluminación que finaliza el Jueves Santo. Recordemos que según el registro histórico Jesús estuvo cuarenta días en el desierto en prueba y preparación de su Misión. Por ello la creencia de que se trata de una catarsis o purificación. Por cierto cuaresma en latín es cuarenta.
Algunos cultos agregan que fueron 40 días de diluvio, 40 años de marcha por el desierto por los israelitas, y en un afán de sumatoria, los 400 años de esclavitud o estancia de los judíos en Egipto.
Por último, destacar que no es tiempo de tristeza, sino de reflexión y recogimiento para meditar sobre el pecado, la penitencia y el perdón. Predomina el color morado. Pero dos días se utilizan, uno el rosa y otro el rojo; el primero desde la ceniza, el segundo en Domingo de Ramos y, el tercero, en la pasión.
Como pueden darse cuenta alguna gente acampa como si fuera la prueba de Jesús en el desierto, aunque no 40 días y, desde luego, sin ayuno, más bien abundancia. Pero la fiesta no es el motivo, sino el pretexto de la Semana Santa, porque su motivo es, repito, el tiempo de reflexión y recogimiento que, debiera, a mi juicio, que es poco, ser de discreción y no de excesos. Cuídese y no sea parte de la estadística fatal que cada año se presenta y acrecenta.
Comentarios con fernandoherreramartinez1956@gmail.com
|
...............................................
...............................................
|
Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
|