Por: J. M. Rentería
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Un cuento
Ilusión
Por Jesús Manuel Rentería
Sin saber exactamente porque te involucraste demasiado con la protagonista de una novela que leíste recientemente y que relees una y otra vez. Es una dulce niña de 10 años de edad.
La imaginas con sus trenzas rubias y su cara pecosa. La naricilla respingada y un eterno gesto de rebeldía y firmeza de carácter pese a su corta edad. Haciendo berrinches. Pateando el suelo y vociferando maldiciones cada vez que algo no resulta como ella esperaba.
Cada noche abres el libro al azar –cualquier página es buena—y te pierdes en la historia. Casi puedes verla vestida con un enorme sueter de color verde que le cubre casi hasta los tobillos y revoloteando cual pajarillo cerca de un feo espantapájaros que ella considera su padre. O bien cocinando para ella y sus dos hermanos en la solitaria cabaña perdida en el bosque. La imaginas tu hija. Finalmente la vez caminar de la mano de su padre luego de un retardado y añorado reencuentro.
Es tal tu obsesión por ese diminuto e imaginario personaje que la incluiste en la lista de contactos en tu celular. Le asignaste el número 1,2,3,4,5,6,7,8,9,0 y noche a noche después de guardar el libro lo marcas. La respuesta es siempre la misma: El número que usted marcó no puede….
Sin embargo, hoy, después de marcarlo ocurre algo que te deja atónito, escuchas en tu aparato un sonido harto conocido. ¡! La llamada está entrando ¡!
Luego de unos segundos escuchas una vocecilla con acento extranjero que te contesta y a la vez pregunta. ¡hola! ¿papá?
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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