ESTA TAMBIÉN ES DELINCUENCIA ORGANIZADA EN DELICIAS. EL SILENCIO Y LA INDIFERENCIA VAN EN CONTRA DE LA DEMOCRACIA Y DEL VALOR.
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En días pasados ocurrimos un amigo y yo al rastro municipal de Delicias a llevar a sacrificar un cordero y no nos pudimos sustraer de los comentarios entre nosotros, ya que no podíamos creer lo que estábamos viendo en ese centro de matanza animal.
Existe una puerta estándar -1.20 x 2.20 que sirve para el acceso a las oficinas del rastro; a la izquierda las oficinas, a la derecha el centro de sacrificio y al frente el patio y los corrales.
Nuestra primera sorpresa y asombro fue el mirar una camioneta pick up de reversa con una traila que cargaba una vaca trasijada y con unas ubres gigantes y abiertas supurando de la parte superior un liquido amarillento, producto de una enfermedad que a simple vista se observaba la infección, además de que el animal no estaba de pie, no se podía levantar, con una soga la jalaron entre varios individuos, hasta que la metieron al cuarto de matanza. –por la puerta que no es para meter animales-
Un joven que se encontraba en la oficina y que se identificó a pregunta mía, de con quién me tenía que dirigir para sacrificar el borrego, se trataba del médico veterinario que nunca volteo a ver al animal que entre varios matanceros y el propietario de ese animal introducían a la res por la puerta que sirve de acceso a los empleados y que no es para ingreso de los animales. –los animales deben de entrar de pie y por un andador especial, creo que los únicos que pueden introducir por la puerta de personal, son aquellos animales que van fracturados de sus patas. –el veterinario siempre de espaldas al animal y dentro de la oficina, disfrutando una rebanada de pastel que alguien agradecido les regaló.
Al médico veterinario se le olvido “o ¿no sé, que pasa?”, que en la aula y en la escuela de la vida les enseñan y aprenden que cualquier sistema de verificación de carnes viene a ser la primera línea de defensa para el consumidor, ya que a través del Médico Veterinario son identificados y separados aquéllos animales afectados por alguna condición patológica, o bien las canales y las carnes son decomisadas para evitar sus efectos nocivos en la Salud Pública.
El veterinario también sabe perfectamente que las vacas lecheras de desecho y los becerros presentan los mayores riesgos de contaminación microbiológica y química de la carne.
Pero esto que le acabo de narrar se queda corto con lo que me comentó una persona que conoce las entrañas del manejo de los animales en ese antigiénico rastro municipal, animales que llegan al rastro y que no están aptos para el consumo humano, ya que llegan con diferentes enfermedades, unos agonizando y otras de plano llegan ya sin signos vitales y estas reses son maniobradas y rapiñadas en un cuarto que esta al fondo del corral.
Según me cuentan que en ese lugar sustraen partes de las reses una banda bien organizada que ya tienen sus clientes compradores en las diferentes colonias de la ciudad y con otros compradores que todas las autoridades saben, pero no hacen ninguna acción para terminar con este robo de carne contaminada; sustraen de esos animales la pulpa bola, costillares para limpiar la poca carne que les queda, tripas, cabezas y los menudos.
En este grave problema están coludidos los encargados del rastro, trabajadores sindicalizados y algunos amigos y familiares de estos y por supuesto los mismos introductores de ganado que llevan en ese estado a los animales. –Tengo nombres- y los últimos de la cadena son los diferentes compradores de negocios establecidos y ambulantes, hasta llegar al consumidor quien es el receptor de esta corrupción.
Todos sabemos que esta región o esta zona de la cuenca lechera está catalogada como “zona sucia” por los bachaneros que llevan los “bachanes o “angelitos”, así se les llama a las reses que llevan en las condiciones antes descritas y que el veterinario y otros empleados coludidos dejan pasar para el consumo humano –¡pinches inhumanos!-
La mera verdad que el rastro de Delicias es insalubre, y se respira un olor a eces fecales, olores fétidos, corrupción, contaminación y un grande portador de diferentes enfermedades al sacrificar y comercializar animales que con un administrador y un veterinario que no se dejen intimidar y corromper, ¡otra cosa sería!
¡EL SILENCIO Y LA INDIFERENCIA VAN EN CONTRA DE LA DEMOCRACIA Y DEL VALOR!
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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