CÉSAR JÁUREGUI ENCABEZA EN DELICIAS EL MOVIMIENTO YO SOY #132. MARIO MATA A LAS COLONIAS A REGALAR DE TODO. EL APLAUSÍMETRO DEL MARTES.
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Resulta que en Delicias se empezó a contar que algunos delicienses ya pertenecen al movimiento yo soy # 132; esta grupo está encabezado por el secretario municipal CESAR JAUREGUI,
el periodista IZCOATL ORTIZ, el mejor cronista deportivo LUIS ANTONIO ESPARZA FLORES y un servidor.
El líder del grupo CESAR JAUREGUI, ya tuvo algunas reuniones con los primeros integrantes de este naciente grupo y le solicito a la encargada de servicios médicos del municipio a la doctora FRANCISCA MERCADO, que nos atienda, ya que los cuatro antes mencionados si pertenecemos al movimiento yo soy 132 pero de cintura y ya queremos que nos pongan a dieta, para poder hacer útil nuestro voto, se realizo la sesión y se acordó por unanimidad tomar esta decisión.
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Ya lo escribí ayer en esta columna que al alcalde deliciense MARIO MATA, aprovecho la visita del gobernador y teniéndolo como testigo moral, le anuncio que también los funcionarios del ayuntamiento de Delicias andarán repartiendo apoyos en todas las colonias de Delicias y agrego que el martes pasado inicio la repartición.
Nosotros lo que le podemos decir a los ciudadanos es que agarren todo lo que les den: varillas, cemento, despensas, cobijas, papas y todo lo que les regalen, pero que sientan esta entrega únicamente como un paliativo a la hambruna y falta de trabajo; Pero a la hora cero, al momento de esos 10 segundos de soledad en la mampara de la casilla, decidan su voto, voten por quien más les convenza, que una migaja no los haga dirigir su voto.
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Se ha comentado en los diferentes círculos políticos en el rojo y en los politicologos de café y los de la plaza, que el aplausimetro en la visita del gobernador el primer lugar se lo llevó MARIO MATA CARRASCO, seguido del síndico ELISEO COMPEAN y de ahí para abajo.
"CUANDO UNA MUJER SE RINDE ES PORQUE HA VENCIDO"
Una respetable dama entró a la farmacia, se dirigió al boticario, lo miró a los ojos y le dijo:
- "Quisiera un poco de cianuro, por favor"
El boticario preguntó: "¿Para qué demonios necesita usted el cianuro?"
La dama contestó:
- "Lo necesito para envenenar a mi marido"
El boticario peló los ojos y exclamó:
-"¡Pero por Dios santo! no puedo venderle cianuro para envenenar a su marido, eso es contra la ley humana y la divina me quitarían mi cédula de farmacéutico y nos meterían a ambos a la cárcel, ¡absolutamente NO!, no voy a venderle cianuro".
La señora entonces muy relajada y tranquila abrió su bolsa y sacó de ella unas fotos de su marido con la esposa del boticario haciendo el amor en la alcoba de un motel.
El boticario miró una de las fotos y respondió:
- "¡Ah, bueno... con receta sí!"
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Por: Dr. Fernando A Herrera Martínez |
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